La
compañía
Atalaya
representará
"Medea
la
extranjera"
en el
Anfiteatro
romano
del 13
al 18 de
julio
Trata de
reflejar
la
barbarie
tras el
desprecio
y el
abandono
de una
sociedad
hacia
determinados
ciudadanos
a partir
de la
pasión
de Medea.
"Medea"
regresará
mañana
al
escenario
del
Festival
de
Teatro
Clásico
de
Mérida,
con un
original
montaje
titulado
"Medea
la
extranjera",
el
tercero
de
esta
50ª
edición,
que
presentará
por
primera
vez
los
orígenes
de
esta
figura
desde
su
tierra
natal,
la
mítica
Cólquide,
para
retratar
la
fuerza
de la
recuperación
de los
ancestros
ante
una
situación
de
abandono
y
violencia.
La
compañía
Atalaya
será
la
encargada
de
representar
este
montaje,
adaptado
por
Carlos
Iniesta
y
dirigido
por
Ricardo
Iniesta,
a
partir
de los
textos
de
Eurípides,
Séneca,
Heiner
Müller
y
diversos
autores
contemporáneos,
y que
estará
en el
Anfiteatro
romano
del 13
al 18
de
julio.
El
exilio
voluntario
de
Medea,
que
escapó
de su
tierra
natal
fascinada
por
Jasón
y los
Argonautas
para
buscar
un
futuro
mejor
en
Corinto,
donde
encontró
desprecio,
segregación
racial
y
abandono,
será
la
base
de la
denuncia
que
reflejará
este
montaje
acerca
de una
sociedad
actual
que,
tras
acabar
con el
muro
Este-Oeste,
comenzó
a
crear
el
muro
Norte-Sur,
lo que
demuestra
la
importancia
del
subtítulo
"la
extranjera".
Así
lo
subrayó
el
director
de
"Medea,
la
extranjera",
Ricardo
Iniesta,
quien
calificó
a
Medea
como
el
mito
del
siglo
XX,
puesto
que
anteriormente
era
"un
mito
mal
visto
y
apenas
tocado
por lo
bestial
de lo
que
trata
en
apariencia,
porque
en su
trasfondo
se
palpa
la
fuerza
de la
mujer
y de
la
sociedad
colonizada".
De
este
modo,
Atalaya
ha
subtitulado
la
obra
"la
extranjera"
como
referencia
al
drama
de
estos
inicios
del
siglo
XXI
con
las
mujeres
que
huyen
de sus
países
natales
buscando
El
Dorado,
atraídas
por el
glamour
de
Jasón
representando
a
Occidente,
y que
acaban
olvidando
sus
raíces
en esa
búsqueda,
que
cuando
culmina,
cuando
llegan
a
Corinto,
se
encuentran
con la
miseria
y la
barbarie
hacia
ellos.
"A
partir
de ahí
nos
encontramos
con
una
barbarie,
como
vimos
en
Nueva
York y
en
Madrid,
sin
que
esto
justifique
estos
hechos,
que
acaba
destruyendo
a sus
hijos
y
huyendo
de
allí",
señaló
Iniesta.
La
compañía
Atalaya
ha
partido
así de
la
visión
de
diferentes
autores
sobre
Medea
y
desde
el
origen
de
ésta,
desde
su
tierra
natal,
algo
que se
realiza
por
primera
vez y
que ha
supuesto
diversas
dificultades,
según
el
director
del
montaje,
debido
a la
escasez
de
base
textual.
Así,
indicó
que el
texto
de
Medea
está
compuesto
por
algo
más de
5.000
palabras,
"examinadas
minuciosamente
una a
una y,
aunque
pudieran
parecer
pocas,
tienen
mucha
información,
tienen
muchas
otras
más
palabras
debajo
y un
alto
poder
evocador",
señaló
Iniesta.
Igualmente,
argumentó
la
representación
de
este
montaje
en el
Anfiteatro
romano,
debido
a que
la
monumentalidad
del
Teatro
romano
marca
la
escenografía
de la
obra,
"lo
que
que
suponía
renunciar
a
nuestras
premisas,
como
las
del
minimalismo
y la
importancia
de los
elementos
estéticos".
Es
la
segunda
vez
-al
iniciar
la
tercera
década
de
existencia-
que la
compañía
estable
Atalaya
aborda
un
texto
clásico.
Tras
el
histórico
éxito
de "Elektra",
que en
2003
recorrió
150
ciudades
de
cuatro
continentes,
el
mismo
equipo
de
actores
pone
en pie
una de
las
obras
cumbres
de la
tragedia
clásica.
El
director
del
Festival
de
Teatro
Clásico
de
Mérida,
Jorge
Márquez,
destacó
las
altas
connotaciones
que
tiene
Medea,
según
la
visión
que
realice
cada
director,
y
reconoció
no
haber
visto
ningún
montaje
de la
compañía
Atalaya,
aunque
aseguró
que
"es
algo
que no
me
preocupa"
debido
a la
amplia
trayectoria
de la
compañía.
Márquez
argumentó
también
las
razones
de la
ubicación
del
montaje
en el
Anfiteatro
romano
debido
a la
propia
elección
de la
compañía,
a las
implicaciones
estéticas
del
montaje,
a la
mayor
comunicación
que se
crea
con el
público
por la
proximidad
espacial
y a la
mayor
intimidad
generada
por la
limitación
del
número
de
espectadores.
Igualmente,
señaló
que
las
obras
que se
han
representado
en el
Anfiteatro
romano
tienen
varios
aspectos
en
común,
como
son el
trabajo
coral
y el
cierto
primitivismo,
la
búsqueda
de lo
esencial
y la
necesidad
de una
comunicación
visceral
que
excluye
los
grandes
nombres
de
actores
y
busca
un
trabajo
con
una
intensa
sensación
y
emoción.
"MEDEA,
LA
EXTRANJERA"
Un
elemento
diferenciador
de
esta
"Medea"
es la
aparición
de
cuatro
'medeas'
que
encarnan
los
cuatro
elementos
de la
naturaleza.
La
Medea
Tierra
representa
los
ancestros
y su
ligazón
a la
Cólquide;
Medea
Fuego
se
enfrenta
a ella
en el
primer
dilema
que
resolverá
la
segunda
escapando
con
Jasón.
La
Medea
Agua
representa
a la
extranjera
que
habita
un
país
extraño
donde
ha
perdido
todas
sus
raíces;
la
Medea
Viento
recuperará
la
fuerza
y los
ancestros
de la
Cólquide
y
resolverá
el
trágico
dilema
con el
asesinato
de la
comprometida
de
Jasón
y de
sus
propios
hijos.
Se
trata
de la
primera
vez
que se
aborda
el
mito
de
Medea
desde
su
origen,
desde
su
tierra
natal,
y a
partir
de los
cuatro
elementos
de la
naturaleza,
así
como
con
cuatro
medeas,
puesto
que un
montaje
italiano
anterior
se
representó
con
tres
medeas.
Así,
el
montaje
está
conformado
estética
y
dramatúrgicamente
por
tres
mundos:
la
Cólquide,
donde
el
colorido,
los
cánticos
y el
movimiento
escénico
remiten
a
elementos
étnicos,
ancestrales
y
telúricos;
para
ello
se
parte
de los
textos
de
Grillparzer,
Pasolini
y
Apolonio
de
Rodas.
La
actriz
Aurora
Casado,
que
representa
a
Medea
Agua,
subrayó
que el
mundo
que se
crea
en
torno
a este
montaje
evoca
al
primitivismo,
en
cuanto
a lo
profundo
y
esencial,
a la
vez
que
indió
que la
presencia
de
cuatro
medeas
ayudó
a las
actrices
que
las
encarnan
a
"entender
más
aún su
pasión,
lo que
siente,
cómo
respira,
cómo
pisa
cuando
camina".
El
actor
Jerónimo
Arenal,
que
encarna
a Etes,
padre
de
Medea,
manifestó
su
sorpresa
porque
anteriormente
no su
hubiera
tratado
esta
figura,
que
calificó
como
"muy
importante"
para
entender
Medea,
"porque
refleja
la
tierra,
la
procedencia
de
Medea
y, por
tanto,
aporta
una
visión
diferente",
concluyó.
El
director
general
de
Promoción
Cultural,
José
María
de
Pedro
Corrales,
manifestó
que la
50
edición
del
Festival
de
Teatro
Clásico
de
Mérida
no
podía
prescindir
de
Medea,
la
obra
más
representada
en
este
certamen,
"porque
aunque
es un
mismo
título,
es una
obra
nueva".
De
Pedro
Corrales
subrayó
que
Medea
cumple
la
finalidad
del
teatro
contracorriente
y no
del
teatro
complaciente,
divorciado
de la
realidad,
al
transmitir
un
mensaje
femenino,
antirracista
y
comprometido.