Una de las estancias estuvo dedicada a tintorería en época de Tarraco.

La trama urbana flanqueada por las calles Pere Martell y Vidal i Barraquer sigue aportando información arqueológica de la ciudad romana de Tàrraco. Las intervenciones que se llevan a término en las proximidades de la Casa del Mar han hecho aflorar nuevos restos, datados en su mayoría en los siglos IV y V y que se vinculan a la actividad industrial.

La prospección arqueológica que realiza la empresa Codex en un solar situado frente a la rotonda de Vidal i Barraquer ha puesto al descubierto un mínimo de cuatro estancias, una estructura que se asemeja a un canal, muros de un grosor considerable y un sector de columna, entre otros elementos. La base de los edificios, que probablemente fueron destinados a uso industrial y artesanal, se encuentran a unos dos metros por debajo del nivel actual de la calle.

La arqueóloga de la Generalitat, Maite Miró, informó que hace dos años ya se efectuó allí una intervención arqueológica. Entre los restos hallados se encontraba el pie de un mausoleo, en cuyas proximidades había unas escaleras excavadas en la roca y que conducían, probablemente, a un pozo.

Miró indicó que en la zona se localizó una tintorería que, según los datos de que se dispone, pudo estar en plena actividad en época tardía, entre los siglos IV y V.

A una distancia no superior a cien metros se desenterró hace poco más de un año un conjunto de inmuebles y una calle. Estas estructuras forman parte de un conjunto que estuvo dominado por la presencia de una villa y de unas termas privadas, inmuebles que en la actualidad se conservan en el sótano de un edificio.

En las proximidades de los citados solares, coincidiendo con la prolongación de la calle Smith, hace unos días se inició una nueva excavación que ya ha dado con una serie de estructuras que permitirán definir el mapa urbanístico de Tarraco.

Yacimiento de primer nivel

En los últimos años han aparecido en esta zona una gran cantidad de vestigios de época romana, muchos pertenecientes a construcciones altoimperiales, en la mayoría de los casos asociados a la actividad industrial y portuaria.

Este espacio estaba situado en época romana en el límite entre la costa y el mar. La riqueza de los restos hallados es fundamental para tener un mejor conocimiento dela ciudad antigua. Entre otros elementos, en diversas intervenciones han aparecido pozos de agua, una calzada que conservaba las marcas de las ruedas de carros, diversos mausoleos y enterramientos, un elevado número de edificios, villas y una cantera de la que se extrajo piedra.