Condenados al olvido

Si se tiene en cuenta que, para los romanos era una obsesión el trascender más allá de la muerte y luchar contra el olvido de los tiempos, la ausencia de ajuares, monedas u otro tipo de rituales en estos enterramientos representa una verdadera curiosidad científica de la que existe por ahora poca literatura, o ésta resulta poca conocida.

Hasta los esclavos, que eran el eslabón más bajo de la sociedad romana, solían afiliarse a 'colegios (especie de cofradías) para asegurarse que serían enterrados en un sitio adecuado y de la forma adecuada: en una determinada postura y dirección, acompañados de un mínimo ajuar, como monedas, lucernas, objetos personales, etc.

Los 33 cuerpos que se han encontrado hasta ahora en un espacio de apenas 600 metros cuadrados no cuentan con el más mínimo adorno o acompañamiento.

Su colocación parece descuidada, (incluso hay un cuerpo que ha aparecido de pie o medio sedente, con lo que parece los restos de un animal entre los brazos), aunque tampoco da la impresión de que sus cadáveres hubieran sido arrojados a una fosa común de cualquier forma. En algunos casos se percibe que el cuerpo fue colocado con cierto respeto hacia el finado, aunque sin seguir las fórmulas rituales de la época.

Todo parece apuntar a que se trata de los restos de personas muy pobres, o de esclavos situados en el nivel más bajo, aunque María del Mar Lozano Bartolozzi, directora del Consorcio de la Ciudad Monumental, recuerda que aún es muy pronto para dar por segura alguna posibilidad, lo que sólo será factible después de terminar la excavación y la investigación posterior.   «No tenemos suficiente información, y en arqueología no se puede decir nada seguro cuando estamos a mitad de una excavación», explicó.   Otra circunstancia del área funeraria encontrada es que todos los cuerpos, excepto siete, pertenecen a adultos de edades comprendidas entre los 30 y 40 años, aproximadamente, habiéndose descubierto hasta al momento un sólo esqueleto que podría haber pertenecido a un anciano. Los otros seis son de niños de entre cinco y seis años, excepto dos de recién nacidos, cuyos restos fueron introducidos en ánforas para su enterramiento.

En Roma, también

En Mérida no se había encontrado antes ningún enterramiento similar, y mucho menos con tanta densidad de ocupación. Se han encontrado algunos «restos dispersos» en la zona arqueológica de Morería y en Los Bodegones, pero este caso es por ahora sólo comparable con áreas funerarias de Roma, situadas en las afueras, y que sí se sabe que eran zonas de enterramiento de pobres y esclavos, señala Lozano.

«Ahora se está investigando si existen casos similares en España, y ello requiere cierto tiempo para realizar las pesquisas. De todas formas, es posible que si han aparecido restos así, quizás no se le haya dado ninguna importancia y no se haya escrito sobre ello», señala la directora científica del Consorcio, que recuerda que en pocos lugares del mundo se desarrolla una labor arqueológica e investigadora tan exhaustiva y meticulosa como en Mérida.   Publicados los últimos números de las revistas 'Foro' y 'Ciudad y Patrimonio'.

La directora del Consorcio de la Ciudad Monumental, María del Mar Lozano Bartolozzi, anunció ayer la salida a la luz de los últimos números de dos revistas de divulgación científica 'Foro' y 'Mérida, Ciudad y Patrimonio', que edita este organismo con el objetivo de transmitir a la ciudadanía los últimos trabajos o hallazgos arqueológicos que se van produciendo.

La revista 'Foro' sale con bastante retraso, ya que el ejemplar que ahora se edita es el correspondiente al mes de julio, debido a unos problemas internos de la publicación.

Los Columbarios

Este número aborda de forma monográfica el estudio de la zona de Los Columbarios, cuyo centro de interpretación se inauguró el año pasado. También recuerda el proyecto de intervención arqueológica de este lugar, que fue descubierto y excavado por primera vez en 1927.