La
arqueóloga
de la
Junta
explica
que en
Soria se
han
excavado
casi en
su
totalidad
tres
villas,
una de
ellas la
de Los
Villares.
"En la
provincia
de Soria
se
podrían
destacar
al menos
50
villas
romanas
que
merecerían
especial
protección,
pero el
número
es mucho
mayor en
lo que
se
refiere
a
yacimientos
que se
conocen
aunque
no se
hayan
excavado",
explica
la
arqueóloga
del
Servicio
Territorial
de
Cultura
de la
Junta de
Castilla
y León,
Elena
Heras,
quien
añade
que sólo
han sido
estudiadas
en su
práctica
totalidad
las
villas
de Las
Cuevas,
la de
Rioseco
y la de
Los
Villares,
en
Santervás
del
Burgo,
que
recientemente
quedó
incoada
para
proceder
a la
declaración
de Bien
de
Interés
Cultural,
con
categoría
de "Zona
arqueológica".
La villa
romana
de Los
Villares
posiblemente
fue
construida
entre
los
siglos
II y IV
d.C.
Tiene de
planta
excavada
unos
3.200
metros
cuadrados
aproximadamente
y se
divide
en 23
dependencias
distribuidas
alrededor
de un
peristilo
central.
Destaca
por sus
mosaicos
(uno de
ellos
sobre la
diosa
Ceres),
pero
además
se han
encontrado
cerámicas
de
tradición
celtibérica
(puesto
que la
villa se
encuentra
sobre un
yacimiento
anterior),
sigilata,
vidrios
romanos,
algún
fragmento
de
estatua,
etc.
Los
Villares,
relativamente
cercana
a Uxama,
Tiermes
o Clunia,
junto
con la
de Los
Quintanares
de
Rioseco;
La
Dehesa
de Las
Cuevas
(que ya
está
puesta
en
valor)
son las
únicas
que se
excavaron
durante
los años
50 casi
en su
totalidad.
Cabe
además
destacar
las
similitudes
entre
las tres
y con
algunas
situadas
en la
meseta
Ibérica,
como los
tipos de
mosaicos,
puesto
que
posiblemente
los
artesanos
que los
realizaron
eran de
la misma
escuela.
Según
explican
Teógenes
Ortego y
J.M.
Blázquez
en su
publicación
sobre
las
villas
romanas
de
Soria,
la
existencia
de
vestigios
arqueológicos
en el
término
de
Santervás
del
Burgo
(localidad
pedánea
de
Fuentearmegil)
se
suponía
desde
antaño
por
hallarse
en una
casa del
pueblo
una
habitación
arbitrariamente
pavimentada
con
bloques
de
mosaico.
La
procedencia
de estas
piezas
se
conocía
por
tradición
como
extraídas
de un
paraje
que
conserva
el
expresivo
nombre
de Los
Villares,
topónimo
que
alude al
antiguo
emplazamiento
de una
suntuosa
residencia
romana
en el
dominio
de una
hacienda
rural.
"La
organización
de la
población
en
villas
romanas
aparece
en un
momento
en que
las
ciudades
romanas
entran
en
crisis,
y los
grandes
terratenientes
se
marchan
al
campo.
Tienen
lo más
exquisito
de la
ciudad,
como las
decoraciones,
pero la
funcionalidad
es para
el
cultivo
de la
tierra y
de
autosubsistencia
principalmente",
comenta
Heras,
quien
añade
que
"aunque
por el
momento
no
existe
un
proyecto
para Los
Villares,
dado el
elevado
presupuesto
que
requeriría,
la
declaración
de BIC
es un
paso
crucial
para su
conservación".