Las
excavaciones
para la
construcción
de la
nueva
línea
metropolitana
en Nápoles
(sur de
Italia)
han
permitido
localizar
diversos
restos de
época
romana,
entre
ellos los
de una
antigua
embarcación.
En la
nave, de
diez
metros de
eslora, se
han
encontrado
numerosos
objetos de
valor
arqueológico,
como
zapatos,
vasijas y
pequeños
candelabros
utilizados
en el
culto a
los
dioses,
que
arrojan
luz sobre
la
religiosidad
de la
gente que
vivía en
el mar.
El
descubrimiento
fue
realizado
en la zona
del
Maschio
Angionino,
la
fortaleza
medieval
situada a
la entrada
del puerto
napolitano.
Los
expertos
creen
haber
localizado
además en
esta zona
el antiguo
gymnasium,
edificio
público
destinado
a la
educación
de los
jóvenes.