El
viaje
a la
Cesaraugusta
romana
para
los
alumnos
de 5º
de
primaria
del
colegio
San
Vicente
de
Paúl
comienza
en las
termas
públicas,
donde
son
recibidos
por
Selene,
la
esclava
de
Valeria
Máxima,
la
esposa
del
primer
edil
de la
ciudad.
Ella
es la
encargada
de
narrar
todas
las
aventuras
de
este
espacio
de
relax,
pero
desde
el
punto
de
vista
del
currante:
'Por
Hércules
que si
habláis
de
duchas
y
piscinas
no
entiendo
nada',
les
dice
Selene
cuando
los
niños
insisten
en que
las
utilizan
para
lavarse.
Selene
conoce
el río
Iberus,
pero
no el
Ebro y
en
lugar
de
calles,
transita
por
vías.
Además,
a
pesar
del
intento
de los
chavales
por
explicarle
cómo
nacieron
en un
hospital,
ella
sólo
consigue
narrarles
su
viaje
entre
Alejandría,
donde
vivió,
y
Tarraco,
cuando
fue
vendida
como
esclava.
Entre
preguntas
y
respuestas,
los
alumnos
conocen
el
mecanismo
del
caldarium
para
guardar
el
calor
con el
fuego
que
emana
del
suelo,
mientras
que en
el
frigidarium
los
chorros
de
agua
son
helados.
Todos,
les
dice,
se
bañan
desnudos,
por lo
que la
mañana
era
para
las
mujeres
y las
tardes
tenía
uso
exclusivo
de los
romanos.
Tras
la
proyección
de un
audiovisual
sobre
las
termas
aparece
en
escena
Valeria
Máxima,
la
señora,
que
está
muy
preocupada
por
estar
bella
para
la
fiesta
que ha
organizado.
En su
discurso,
advierte
a los
niños
de la
importancia
de sus
cuidados
de
belleza
con
ceniza
y
aceites
balsámicos.