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Imágen
del
mosaico.
DÍAZ
JAPÓN |
SEVILLA.
La
actual
campaña
de
excavaciones
en la
Encarnación
comenzada
el 17 de
noviembre
del
pasado
año
sigue
dando
sus
frutos.
Pero el
tiempo
se acaba
y aún
queda
por
sondear
casi el
60 por
ciento
del
yacimiento.
Lo más
espectacular
ha sido
la
aparición
de un
mosaico
romano
hallado
en la
casa de
la
Columna,
la zona
de mayor
riqueza
arqueológica
del
solar.
El
director
de la
excavación,
Fernando
Amores,
está
sacando
a la luz
tres
habitaciones
de esta
casa
romana
del
siglo IV,
las que
se
organizan
en torno
al
patio.
Dos de
ellas
(laterales)
no
presentan
ningún
mosaico,
pero sí
la
tercera,
-el
dormitorio
de la
casa-,
que
escondía
un
pavimento
con
motivos
geométricos
en muy
buen
estado
de
conservación.
El hecho
de que
carezcan
de
mosaicos
se debe
a que el
pavimento
era de
barro, y
por su
fácil
extracción
fue
utilizado
como
material
de
acarreo
para
otras
construcciones.
De
momento
sólo
puede
verse
una
cuarta
parte
del
mosaico,
aunque
se
sospecha
que
puede
llegar a
tener
unas
dimensiones
de 8 x 6
metros.
Pero el
tiempo
se
acaba.
Roma a
medio
descubrir.
Los
trabajos
no han
sido
fáciles.
Hay que
tener
mucho
tacto y
la
sensibilidad
de
Amores
para
recuperar
una casa
que se
superpone
a otra
en las
condiciones
de
desprotección
(agravadas
por las
fuertes
lluvias)
en que
quedó el
solar
tras la
anterior
campaña.
El
mosaico,
de tipo
geométrico,
posee un
motivo
central
en forma
de
exágono
-parcialmente
descubierto-
con una
elegante
crátera
de
esquina.
Sus
colores
(teselas
blancas
y
grises,
rojizas,
negras...)
forman
una
bella
combinación.
Pero
este
mosaico
corresponde
-según
explica
Amores-
a una
casa
algo más
profunda
que la
llamada
de la
Columna.
Se llama
de los
Dameros
y se
encuentra
40
centímetros
más
abajo.
Ambas
son del
siglo IV,
ambas
están
superpuestas
y poseen
mosaicos;
la de
arriba
es
ampliación
de la
otra. De
hecho,
bajo el
actual
pavimento
del
patio
hay
indicios
(una
pequeña
fila de
teselas)
de otro
mosaico
de menos
tamaño,
que
corresponde
también
a la
casa de
los
Dameros.
Se verá
la
semana
que
viene,
cuando
se
retire,
para su
protección,
el que
ahora se
ve.
Hay
mucho
que
excavar,
pero el
tiempo
se
acaba.
Amores
ha
conseguido
que los
trabajos
se
prolonguen
durante
15 días
más,
antes de
la
llegada
del
equipo
de los
geofísicos
ingleses.
Su
trabajo
será
fundamental
para la
instalación
de los
micropilares.
Abandonos
y
saqueos
La
estratigrafía
de esta
zona del
yacimiento
está muy
estudiada.
Se van
perfilando
ya los
períodos
históricos
de los
distintos
abandonos
y
saqueos
que han
padecido
ambas
casas;
pero
pronto y
con un
poco de
suerte
habrá
más
sorpresas.
El
puerto
de
Híspalis
se ha
perdido
para
siempre,
junto a
los
cimientos
del
Palacio
de San
Telmo.
En la
Encarnación
queda
mucho
por
excavar.
Pero no
hay
tiempo.
Bajo la
supervisión
de
Amores
se han
ido
trasladando
los
mosaicos
más
pequeños,
los que
se
encontraban
en
lugares
de
tránsito.
Pronto
les
llegará
el turno
a los
demás y
habrá
que
preparar
los
muros de
nuevo,
apuntalarlos,
cubrirlos,
rellenar
sondeos
para
evitar
la caída
de
perfiles.
Pero lo
más
delicado
son las
pinturas
y los
mosaicos.
El
tiempo
se
acaba.
Lo que
ocurra a
partir
de 15
días no
lo
sabemos.
No lo
sabe ni
Paco el
carnicero,
el que
más ha
luchado
y lucha
por este
tesoro.
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