Una nube
de polvo
blanquecino
se
desprende
del
antiguo
aeropuerto
internacional
de Atenas
mientras
una
cuadrilla
con
maquinaria
pesada
construye
instalaciones
atléticas
para las
olimpíadas.
A corta
distancia
otro
equipo
--provisto
de
cepillos y
herramientas
de
jardinería--
excava en
busca de
tesoros
del
pasado.
Los Juegos
Olímpicos
para el
verano del
2004 se
han
convertido
en una
bonanza
para los
arqueólogos
en Atenas
y sus
cercanías.
Los
expertos
se
apresuraron
a excavar
para
adelantarse
a las
topadoras
en docenas
de
subsedes
olímpicas,
desde las
instalaciones
deportivas
hasta las
carreteras.
Hasta
ahora los
hallazgos
han
abarcado
desde
asentamientos
prehistóricos
y
cementerios
de 25
siglos de
antigüedad
hasta
ruinas del
período
romano,
cuando el
emperador
Teodosio
abolió las
olimpíadas
en el año
394 D.C.
El
cristianismo
se había
arraigado
y Teodosio
consideraba
paganos
los Juegos
Olímpicos.
''No creo
que jamás
haya
habido
excavaciones
arqueológicas
en tan
gran
escala en
Atenas'',
afirmó
Dina Kaza,
que dirige
los
trabajos
en el
viejo
aeropuerto
junto al
mar.
Se han
contratado
a otros
arqueólogos
y
especialistas
para que
las
cuadrillas
puedan
trabajar
24 horas
al día al
ritmo de
las
construcciones
olímpicas,
que han
cobrado
ritmo
intenso
para
compensar
años de
demoras.
Los juegos
comienzan
el 13 de
agosto.
Kaza, que
supervisa
las
excavaciones
en cinco
sitios
olímpicos,
afirma que
los
descubrimientos
hasta
ahora no
han sido
resonantes,
como los
de 1997 en
el sitio
donde se
cree
funcionó
la
academia
de
Aristóteles
y en un
cementerio
donde se
cree fue
enterrado
Pericles.
Pero la
cantidad
de
hallazgos
aporta
importantes
detalles y
profundidad
a la
comprensión
del modo
en que
Atenas se
fue
desarrollando
a lo largo
de los
siglos,
dijo Kaza.
''Nunca
sabemos lo
que nos
oculta el
terreno'',
agregó.
Una
excavación
--en el
lugar
donde se
construye
un
depósito
ferroviario--
halló 150
tumbas de
hasta el
siglo VII
A.C.
Otra
arqueóloga,
Maria
Platonos,
descubrió
una vasija
de
cerámica
con la
imagen de
un
lanzador
de
jabalina
en un
cementerio
del
período
clásico
(500-323
AC), en un
camino a
la Villa
Olímpica
al norte
del centro
de Atenas.
Platonos,
que dirige
las
excavaciones
en la
Villa
Olímpica y
otros dos
sitios
olímpicos,
afirmó que
la vasija,
del 470
A.C., fue
usada en
una
ceremonia
triunfal y
luego
depositada
en la
tumba del
joven que
ganó el
premio.
''Hallar
esto en la
zona de la
Villa
Olímpica
fue
inesperado
y muy
afortunado'',
dijo.