El
hallazgo
se ha
producido
durante
unas
excavaciones
en un
solar de
la calle
Tinajerías,
junto al
Paseo
del
Estatuto;
ésta es
una zona
que
quedaba
fuera de
la
ciudad
romana y
en la
que, por
tanto,
sólo se
podía
esperar
la
localización
de
tumbas o
instalaciones
industriales
pertenecientes
a dicho
periodo.
Sin
embargo,
tras los
trabajos
de
vigilancia
arqueológica
y limpieza
llevados a
cabo por
el
Ayuntamiento
se ha
advertido
la
presencia
de
sillares
alineados,
de una
serie de
cimentaciones
concéntricas
y en
pendiente,
de rebajes
intencionales
en el
terreno y
de una
extensa
superficie
construida.
El tipo de
cimentación
es además
el más
habitual
para
sostener
un
graderío,
por lo
que, en un
principio,
el
hallazgo
podía
corresponder
con un
circo, un
teatro o
un
anfiteatro,
teniendo
en cuenta
que la
arqueología
urbana no
suele
tener
oportunidad
de
documentar
por
completo
un
edificio
de este
porte. A
pesar de
ello, la
investigación
realizada
por el
equipo de
arqueólogos
municipales
concluye
que los
restos
encontrados
corresponden
con casi
total
seguridad
al circo
romano de
Carmona.
Alineado
con la
antigua
Vía
Augusta y
a escasos
metros de
ésta, el
circo
romano
debió ser
un
edificio
monumental
con una
anchura
superior a
los los 70
metros y
una
longitud
cercana a
los 400,
si se
extrapolan
las formas
y
dimensiones
de los
circos
hispanos.
Estas
dimensiones
se
explican
por el
tipo de
espectáculo
que
albergaban,
las
carreras
de
cuadrigas,
que
necesitan
una pista
larga y
espaciosa.
Esta
pista, la
arena,
debía
permitir
la pugna
de hasta
doce
aurigas
por llegar
a la meta
después de
siete
vueltas
completas.
El premio
para los
ganadores
era salir
victorioso
por la
Porta
Triumphalis,
que los
arqueólogos
municipales
parecen
haber
encontrado
en este
solar de
Carmona.
Si
finalmente
se
confirma
este
hallazgo,
Carmona
contaría
de esta
manera con
todo el
repertorio
de
edificios
públicos
romanos de
carácter
público:
teatro
dentro de
las
murallas y
anfiteatro
y circo
fuera de
ellas. |