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Los
actores
tienen
como
único
vestuario
su
anatomía |
Cuerpos
semidesnudos
pintados
de rojo y
negro,
como
estatuas
vivientes,
son el
motor de "Calígula",
juvenil
versión de
la obra de
Albert
Camus que
se
presenta
hoy y
mañana,
gratuitamente,
en la sede
de
Balmaceda
1215
ubicada al
interior
de la
Quinta
Normal.
No hay
escenografía
para
ambientar
la
historia
del cruel
emperador
romano.
Los
catorce
intérpretes,
del
coletivo
teatral El
Globo,
arman y
desarman
atmósferas
sólo con
movimientos
coreográficos,
a veces
frenéticos,
otras
tantas
calmados.
El
director
de la
obra,
Orlando
Contreras,
cuenta que
la
ausencia
de otros
colores en
el cuerpo
de los
actores
surge de
la
necesidad
de
expresar
la
perfecta
maldad de
Calígula y
sus ansias
de
dominación.
"El rojo
de la
sangre es
la muerte,
y el mundo
en blanco
y negro
simboliza
la
sicología
de todos
los
personajes
pisoteados
por la
locura del
emperador",
afirma el
realizador.
Contreras
asegura
que el
peso
artístico
de la
pieza
recae en
los
actores,
cuyo
"único
vestuario
es el
propio
cuerpo, el
cual da
forma a
sufrientes
estatuas
que danzan
y
armoniosamente
van dando
paso a la
sucesión
de
escenas".
Este
llamativo
trabajo es
el segundo
del grupo.
El
anterior
fue "Parracidio",
basado en
textos de
Nicanor
Parra,
creación
colectiva
que se
ganó los
aplausos
del
público
durante el
2003.