Los
arqueólogos
encuentran
hasta
26
pies
de
prensa
para
moler
el
aceite
Los
restos,
hallados
en
el
pago
de
Caño
Bajo,
están
muy
arrasados.
La
construcción
de
la
autovía
Córdoba-Antequera
no
para
de
sacar
a la
luz
tesoros
arqueológicos.
Esta
vez,
las
obras
del
tramo
Fernán
Núñez-Montilla
han
destapado
en
el
término
municipal
de
La
Rambla
los
restos
de
una
villa
romana
y de
una
almazara
de
aceite
de
grandes
dimensiones.
El
arqueólogo
director
de
la
excavación,
Juan
Bretones,
asegura
que
el
yacimiento
--localizado
en
el
pago
del
Caño
Bajo--
data
de
los
siglos
II y
IV
después
de
Cristo
y
que
está
dividido
en
dos
partes,
la
villa
y la
almazara.
En
la
primera,
la
zona
más
antigua
y
llamada
"lúdica"
por
los
arqueólogos,
destaca
la
aparición
de
un
estanque
con
forma
hemielíptica,
junto
a
restos
de
columnas,
mosaicos
geométricos
--muy
deteriorados--,
la
base
de
una
fuente
y la
de
varias
estatuas
de
mármol
que
adornaban
el
patio.
El
estanque
conserva
parte
de
la
canalización
que
lo
surtía
de
agua
y en
la
zona
también
se
han
encontrado
monedas
que
han
ayudado
a
fechar
el
yacimiento.
El
lujo
de
estas
estancias
denota
el
"poder
adquisitivo"
de
los
dueños
de
la
villa.
En
cuanto
a la
zona
agroindustrial
,
localizada
en
una
estancia
superior,
su
antigüedad
es
menor
--data
del
siglo
IV
aproximadamente--
aunque
destaca
por
la
enorme
cantidad
de
pies
de
prensa
que
se
han
encontrado:
26.
"Normalmente,
una
villa
romana
con
6
pies
de
prensa
tiene
una
producción
de
aceite
importante",
comenta
Juan
Bretones,
que
sospecha
que
esta
almazara
se
dedicaba
a la
comercialización
y a
la
"exportación"
del
oro
líquido
de
la
zona.
Junto
a la
almazara
han
aparecido
también
talleres,
donde
se
han
localizado
"pequeñas
herramientas
de
hierro",
y
las
habitaciones
y
dependencias
de
los
siervos
y
esclavos
que
trabajaban
en
el
molino.
En
toda
esta
zona
se
han
encontrado,
además,
siete
dolium
,
una
especie
de
tinajas
romanas
incrustadas
bajo
la
superficie
en
las
que
se
almacenaba
el
grano,
el
aceite
o el
agua
de
la
villa.
La
extensión
del
yacimiento
es
mayor
a lo
excavado
--sólo
lo
que
ocupa
el
ancho
de
la
traza
de
la
autovía--.
Los
muros
de
la
villa
se
pierden
bajo
un
olivar
que
se
libró
de
la
expropiación
para
las
obras.
Por
lo
general,
los
restos
están
"muy
arrasados",
según
los
arqueólogos,
que
ya
han
acabado
la
excavación,
que
se
ha
prolongado
durante
dos
meses
y
medio.
En
la
actualidad,
los
arqueólogos
trabajan
en
redactar
el
informe
final.
Este
será
evaluado
por
una
comisión
de
la
Consejería
de
Cultura,
que
será
la
que
decida
si
merece
la
pena
conservar
el
yacimiento
o
por
el
contrario
es
perfectamente
documentado
y
derribado
para
que
las
obras
puedan
continuar.
Los
arqueólogos
han
agradecido
la
colaboración
de
Hispánicas,
adjudicataria
de
la
obra,
que
siempre
los
ha
ayudado.
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