Los
primeros
informes
de
los
técnicos
de
Fomento
resaltan
las
dificultades
para
introducir
variaciones
en
el
trazado
de
la
carretera
que
cruza
el
espectacular
yacimiento.
La
excavación
en la
villa
romana
de
Puerto
Real
se
interrumpía
ayer y
todo
parece
indicar
que no
se
reanudará
hasta
que
las
instituciones
implicadas
en uno
de los
hallazgos
arqueológicos
más
importantes
que se
han
producido
en la
provincia
de
Cádiz
en los
últimos
años
-la
Consejería
de
Cultura
y el
Ministerio
de
Fomento-
decidan
cual
va a
ser el
futuro
del
yacimiento.
Los
restos
de
esta
gran
villa
rústica
romana
datada
en
principio
en el
siglo
II de
nuestra
Era,
de la
que ya
se han
excavado
más de
2.009
metros
cuadrados,
se
encuentran
situados
justo
en el
centro
del
trazado
previsto
para
el
desdoblamiento
de la
carretera
Nacional
IV en
el
tramo
comprendido
entre
Puerto
Real y
Tres
Caminos.
Su
descubrimiento
se ha
producido
precisamente
con
motivo
de las
obras
de
construcción
de
esta
nueva
vía,
que
actualmente
permanecen
paralizadas
a uno
y otro
lado
del
yacimiento,
que se
extiende
a lo
largo
de
cerca
de
ochenta
metros.
El
indudable
valor
cultural
del
hallazgo,
aún a
falta
de
concluir
la
excavación
y de
los
informes
definitivos
sobre
el
mismo,
no
deja
dudas
sobre
la
necesidad
de su
conservación,
que la
delegada
provincial
de
Cultura,
Bibiana
Aído,
ha
garantizado.
Pero
su
magnitud
y
características,
que
han
sobrepasado
incluso
las
expectativas
de la
arqueóloga
que
dirige
los
trabajos,
María
Luisa
Lavado
Florido,
hacen
que lo
deseable
sea su
puesta
en
valor
para
que
pueda
ser
contemplado,
añadiendo
un
atractivo
cultural
y
turístico
a la
zona ,
tal y
como
han
apuntado
ya
numerosas
voces.
Sin
embargo,
hasta
ahora,
los
responsables
del
Ministerio
de
Fomento,
promotor
de las
obras
del
desdoblamiento
de la
carretera,
argumentan
serio
problemas
técnicos,
prácticamente
insalvables
según
los
primeros
informes
realizados,
lo que
implicaría
que la
única
solución
sería
el
traslado
de los
restos
o su
documentación
y
conservación
en su
lugar,
pero
sepultados
por la
construcción
de la
nueva
vía,
como
mucho
a la
espera
de una
nueva
intervención
en la
zona
que
permitiera
volver
a
sacarlos
a la
luz.
Las
dificultad
estriba
en que
el
yacimiento
y, por
ende,
el
nuevo
trazado
de la
carretera
linda
por
una
parte
con la
vía
del
tren y
por la
otra
con el
actual
trazado
de la
Nacional
IV,
por
debajo
del
cual
los
arqueólogos
creen
que se
prolongan
las
estructuras
de la
villa,
aún
por
excavar
en su
totalidad.
Estos
informes
de los
técnicos
del
Ministerio
de
Fomento
indican
que el
yacimiento
"se
encuentra
en
estudio
y
datación,
estando
efectuándose
por
parte
de los
técnicos
del
Ministerio
de
Fomento
y de
la
Consejería
de
Cultura
de la
Junta
de
Andalucía
el
mejor
mecanismo
para
la
conservación
de los
mismos".
Los
informes
añaden
que
"en
principio
existen
importantes
limitaciones
en la
posibilidad
de
mover
la
traza
de la
carretera,
ya que
su
desplazamiento
en
planta
es
inviable
por la
existencia
de la
vía
ferroviaria,
actualmente
en
duplicación,
por un
lado,
y la
existencia
de la
propia
N-IV,
y en
la
otra
del
resto
del
entramado
urbano"
referencia
esta
última
a
instalaciones
como
la
cercana
sub-estación
eléctrica.
Con
respecto
a la
posibilidad
de la
construcción
de un
puente
que
permitiera
salvar
en
altura
el
yacimiento
en ese
tramo
de la
carretera,
los
ingenieros
del
Ministerio
Fomento
indican
que
"adicionalmente,
la
nueva
autovía
en
construcción
debe
disponer
de las
características
de
Autovía,
por lo
que no
se
pueden
efectuar
cambios
en
alzado
que
supongan
un
punto
inadmisible
desde
el
punto
de
vista
de la
seguridad
vial".
Los
técnicos
del
Ministerio
de
Fomento
aclaran
sobre
este
punto
que
"la
construcción
de un
puente
sobre
el
yacimiento
obligaría
a
introducir
en el
trazado
de la
autovía
un
brusco
cambio
de
rasante
que
contraviene
las
disposiciones
sobre
las
características
de
este
tipo
de
carreteras,
ya que
supone
un
peligro
para
la
circulación
por
ellas".
Aducen
asimismo
que la
propia
construcción
de
este
puente,
por su
longitud,
sería
complicada
ya que
"la
utilización
de
vigas
tan
largas
sería
imposible
porque
éstas
no
tendrían
la
suficiente
solidez
y si
se
utilizan
vigas
cortas
sería
necesario
sostenerlas
por
grandes
pivotes
que
dañarían
las
estructuras
del
yacimiento".
Así
las
cosas,
estos
primeros
informes
de los
técnicos
apuntan
como
más
viable
la
solución
de
tapar
los
restos
levantando
un
terraplén
de dos
metros
de
altura
sobre
ellos
que
garantizara
su
correcta
conservación.
Aunque
las
fuentes
del
Ministerio
de
Fomento
señalan
que
"la
Consejería
de
Cultura
es el
organismo
competente
a la
hora
de
decidir
la
fórmula
para
la
conservación
del
yacimiento",
las
dificultades
que
implica
este
caso,
tanto
en el
plano
técnico
como
en el
económico,
hace
que
ambos
organismos
estén
estudiando
conjuntamente
las
posibles
opciones.
De
hecho,
ayer
visitaron
el
yacimiento
la
delegada
de
Cultura,
Bibiana
Aído,
y el
subdelegado
del
Gobierno
en
Cádiz,
Sebastián
Saucedo,
acompañados
de
varios
funcionarios
del
Ministerio
de
Fomento,
para
comprobar
in
situ
la
magnitud
del
yacimiento
que,
literalmente,
ha
venido
creciendo
por
días a
medida
que
han
avanzado
las
excavaciones. No
se
descarta
por
parte
de
Fomento
que
"si la
Consejería
de
Cultura
determina
que la
importancia
del
yacimiento
exige
la
puesta
en
valor
para
su
visita
habrá
que
intentar
buscar
soluciones",
que
sin
duda
implicarían
una
mayor
inversión
económica.
A
este
respecto,
varios
ingenieros
han
apuntado
que
"la
construcción
de un
puente
por
encima
del
yacimiento
sin
dañarlo
sí es
posible
utilizando
otras
técnicas
constructivas,
aunque
son
más
costosas".
Más de
dos
mil
metros
cuadrados
Los
arqueólogos
y
responsables
de
Cultura
no han
dudado
en
resaltar
la
importancia
del
hallazgo,
por
varias
razones.
Se
trata
de la
mayor
villa
rústica
romana
hallada
hasta
ahora
en la
provincia,
que
conserva
además
los
muros
que
delimitan
sus
habitaciones
-de
las
que
hasta
ahora
se han
descubierto
más de
20-
decoradas
con
pinturas
al
estuco
y que
en una
buena
parte
se
conservan
hasta
una
altura
de
entre
80
centímetros
y más
de un
metro
de
alto.
En
este
caso
se
trata
no
sólo
de un
descubrimiento
singular
en la
arqueología
gaditana
sino
también
con
respecto
al
resto
de
España.
En
ella
apareció,
además
al
comienzo
de la
excavación
un
impresionante
mosaico
policromado
de
6,70
por 6
metros
decorado
con la
imagen
del
dios Baco y
otros
motivos,
que es
también
el
mayor
y
mejor
conservado
descubierto
en
Cádiz
hasta
ahora.
La
arqueóloga
que
dirige
la
excavación,
María
Luisa
Lavado,
y su
equipo,
procedían
ayer a
preservar
los
restos
cubriéndolos
con
grandes
paños
de
geotextil,
un
material
que
impide
que la
lluvia
erosione
las
estructuras
y que
es más
eficaz
que el
plástico
para
preservarlas,
ya
que,
aunque
se
moja,
se
seca
rápidamente,
al
contrario
que
aquel. |