La
muralla
romana
de
Lugo
acaba
de
cumplir
cuatro
años
de
su
declaración
como
Patrimonio
de
la
Humanidad.
Esta
designación
la
reafirmó
en
su
papel
de
símbolo
de
identidad
de
la
urbe
y de
sus
habitantes.
Poco
queda
que
decir
del
milenario
recinto murado
de
la
legendaria
Lucus
Augusti,
la
joya
de
la
corona
del
rico
patrimonio
monumental
de
la
capital
lucense.
Sin
embargo,
cada
vez
que
uno
mira
para
este
imponente
recinto
fortificado
romano
no
deja
de
sorprenderse.
Sus
más
de
1.700
años
de
historia
escrita
en
piedra,
como
si
de
un
archivo
se
tratase,
nos
revelan
de
cuando
en
cuando
algún
secreto
oculto.
Lugo,
la
urbe bimilenaria,
sin
duda
alguna,
es
la
capital
con
más
solera
de
Galicia.
La
presencia
de
restos
romanos
convierten
a la
ciudad
vieja
en
un
yacimiento
arqueológico
en
el
que
cada
día
se
hacen
nuevos
descubrimientos.
La
distinción
de
Patrimonio
de
la
Humanidad
ha
dado
a la
muralla
una
nueva
dimensión.
Ha
servido,
si
cabe,
para
valorarla
más
de
lo
que
estaba,
y
proyectarla
en
el
exterior
como
un
recurso
monumental
de
primer
orden.
Hoy,
buena
parte
del
sector
turístico
de
la
ciudad
gira
en
torno
a la
muralla,
a su
capacidad
de
reclamo
y
atracción.
Una
fuerza
que
es
preciso
mantener
y
avivar
para
que
no
pierda
fuelle.
En
la
actualidad
el
buen
paño
ya
no
se
vende
sólo
en
el
arca,
hay
que
publicitarlo,
puesto
que
la
oferta
de
la
competencia
es
dura.
Para
los
lucenses
es
un
privilegio
el
poder
recorrer
el
perímetro
de
la
muralla
por
el
paseo
de
ronda,
son
más
de
dos
kilómetros
de
camino.
El
recinto murado
de
Lugo,
con
una
altura
que
oscila
entre
los
ocho
y
los
doce
metros,
conserva
71
cubos
de
los
85
originales
que
integraban
la
estructura
defensiva
allá
por
el
año
270,
cuando
fue
levantada
por
los
romanos.
De
sus
cinco
puertas
de
acceso
originales,
sólo
dos, Miñá
y
Falsa,
mantienen
su
estructura
original.
La
vida
y el
desarrollo
del
viejo
burgo
dio
lugar
a la
apertura
de
nuevas
puertas,
hasta
llegar
a
las
diez
existentes
en
la
actualidad.
Su
puesta
en
valor,
desde
el
plano
histórico,
arqueológico
y
arquitectónico,
la
han
convertido
en
el
monumento
referente
de
la
provincia
y
uno
de
los
más
singulares
de
las
tierras
gallegas.
Lugo
es
sinónimo
de
muralla,
un
ejemplo
único
en
el
mapa
peninsular
del
legado
imperial
romano.
Si
no
la
conoce,
le
animamos
a
que
visite
Lugo.
Vale
la
pena
y
además
se
come
muy
bien.
Certamen
de
fotografía
La
muralla
romana
de
Lugo
va a
centrar
los
objetivos
de
las
cámaras
fotográficas
que
participen
en
el
certamen
internacional
de
fotografía
que
acaba
de
convocar
la
Consellería
de
Cultura,
Comunicación
Social
e
Turismo
de
la
Xunta
de
Galicia,
que
preside
Xesús
Pérez
Varela.
El
Gran
hotel
de
Lugo
fue
el
marco
en
el
que
el
pasado
jueves
el
director xeral
de
Patrimonio,
Ángel
Sicart,
y el
delegado
de
Cultura
en
Lugo,
Antonio
Calvo,
dieron
a
conocer
la
convocatoria
de
este
concurso.
Su
objetivo,
según
explicó Sicart,
es
colaborar
en
la
proyección
de
la
muralla
romana
en
todo
el
mundo
y,
al
mismo
tiempo,
servir
de
homenaje
a
fotógrafos
profesionales
y
aficionados
que
a lo
largo
de
la
historia
han
plasmado
en
imágenes
este
emblemático
monumento.
El
concurso
está
dotado
con
un
primer
premio
de
18.000
euros,
un
segundo
de
12.000
y un
tercero
de
6.000
euros.
Se
presentarán,
ante
la Consellería
de
Cultura,
series
de
diez
fotos
sobre
la
muralla
y el
plazo
de
admisión
de
trabajos
finaliza
el
30
de
abril
de
2005.
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