Entre
los
libros
y
manuscritos
se
encuentran
desde
cartillas
escolares
hasta
textos
para
la
enseñanza
y
traducción
del
latín
y
obras
de
autores
clásicos
como
Aristóteles,
Cicerón
o
Séneca.
BURGOS.
Esta
muestra,
que
se
ubica
en
la
Casa
del
Cordón
de
Burgos,
descubre
las
inquietudes
políticas,
anhelos
espirituales
y
pasiones
literarias
de
la
Reina.
El
Instituto
Castellano
y
Leonés
de
la
Lengua
ha
organizado
esta
exposición
en
la
que,
por
primera
vez,
se
han
reunido
una
treintena
de
documentos
cedidos
por
la
Biblioteca
Nacional,
el
Monasterio
del
Escorial,
la
Universidad
de
Salamanca,
el
Archivo
de
Simancas
o
el
Archivo
Municipal
de
Burgos.
Entre
los
libros
y
manuscritos
se
encuentran
desde
cartillas
escolares
hasta
textos
para
la
enseñanza
y
traducción
del
latín
y
obras
de
autores
clásicos
como
Aristóteles,
Cicerón
o
Séneca.
También
se
muestran
algunas
obras
religiosas
como
la
Biblia
o
libros
devotos
y
algunos
textos
literarios
entre
los
que
destaca
«El
libro
del
buen
amor»
o
«El
cancionero
de
Baena».
La
exposición,
titulada
«Los
libros
de
la
Reina»,
podrá
visitarse
hasta
el
5
de
enero
en
la
Casa
del
Cordón
de
Burgos,
antigua
Casa
del
Condestable
donde
Isabel
la
Católica
recibió
a
Cristóbal
Colón
tras
su
segundo
viaje
a
América.
De
este
modo
se
unen
continente
y
contenido
isabelinos
en
una
muestra
que
se
divide
en
diversas
estancias
comenzando
por
una
introducción
biográfica
con
cuadros
de
la
reina
y
muebles,
tapices
y
otros
objetos
de
la
época.
A
partir
de
ahí
se
va
recorriendo
la
vida
de
Isabel
la
Católica
desde
su
infancia
empezando
por
las
cartillas
escolares
y
textos
musicales
y
religiosos
con
los
que
recibió
formación
hasta
la
muerte
de
su
hermano
Alfonso.
Una
vez
coronada
Reina,
Isabel
continuó
su
ilustración
y
en
este
apartado
se
muestran
textos
para
el
aprendizaje
del
latín
y
las
principales
obras
de
la
retórica
y
poética
clásica
desde
Aristóteles
o
Tito
Livio
hasta
Cicerón
o
Séneca.
Los
libros
acompañaron
a
la
Reina
en
todos
los
aspectos
de
su
vida,
su
labor
de
Gobierno,
sus
momentos
de
ocio
y
su
religiosidad,
y
a
cada
uno
de
ellos
se
dedica
un
espacio
en
la
exposición.
En
el
primer
caso,
Isabel
la
Católica
forjó
su
filosofía
política
y
su
Gobierno
basándose
en
los
textos
de
Santo
Tomás
o
Bocaccio
pero,
además,
la
exposición
revela
otras
lecturas
sobre
el
arte
de
la
guerra,
la
estrategia
militar
y
el
derecho
como
«Las
siete
partidas».
Por
otra
parte,
para
su
entretenimiento,
según
se
refleja
en
la
muestra,
la
reina
también
incluyó
en
su
biblioteca
obras
como
el
«Laberinto»
de
Mena.
Pero
sobre
todo
destaca
en
la
exposición
la
extensa
colección
de
libros
vinculados
a
su
religiosidad
entre
los
que
se
encuentran
Biblias,
hagiografías,
libros
devotos
y
de
horas
y
otros
textos
de
diversos
autores
como
Ramón
Llull
o
Benedicto
XIII.
En
conjunto,
se
ofrece
una
imagen
de
la
Reina
Isabel
la
Católica
que
rompe
muchos
tópicos
y
descubre
las
influencias
políticas
de
una
mujer
religiosa
que
vivió
el
paso
de
los
tiempos
medievales
a
la
edad
moderna
e
influyó
con
su
labor
de
mecenazgo
en
el
devenir
cultural
de
su
época.
En
este
último
sentido,
se
expone
en
la
muestra
el
hecho
de
que
fue
durante
su
reinado
cuando
Antonio
de
Nebrija
publicó
la
primera
gramática
española. |