Rosa,
rosae.
Hemera,
hemeras.
La
melodiosa
letanía
de
las
declinaciones
griegas
y
latinas
casi
había
desaparecido
de
las
aulas.
En
la
última
década,
las
dos
lenguas
clásicas
que
se
imparten
en
Secundaria
habían
perdido
alumnos
hasta
convertirse
en
una
rareza.
Pero,
en
los
últimos
tres
cursos,
en
plena
generación
de
la
red
de
redes,
la
matrícula
en
Latín
y
Griego
ha
crecido
un
25%
en
los
institutos
de
la
comunidad.
En
el
curso
2001/02
apenas
había
en
Galicia
2.998
alumnos
matriculados
en
ático
clásico.
Al
año
siguiente,
la
cifra
crecía
hasta
3.817
y,
el
pasado
curso,
alcanzaba
los
4.177,
casi
un
30%
más
que
tres
años
atrás.
También
el
Latín
experimenta
un
repunte.
Si en
el
curso
2001/01
tenía
4.376
alumnos,
en el
2003/2004
alcanzaba
los
5.255,
con un
25% de
crecimiento.
El
fenómeno
tiene
asombrados
a los
profesores
de
lenguas
clásicas,
acostumbrados
a
enseñar
en
aulas
en las
que
apenas
reunían
a tres
o
cuatro
alumnos.
Y es
una
sorpresa
hasta
para
la
misma
Administración,
como
reconoce
el
jefe
del
servicio
de
Ordenación
Educativa
de la
Xunta,
Antonio
Rivas:
"Al
recoger
los
datos,
hemos
sido
los
primeros
sorprendidos:
no
sólo
se ha
frenado
la
pérdida
de
alumnos
en
clásicas,
sino
que
está
creciendo
muchísimo
sin
llegar
al
entusiasmo.
"Claro
que el
panorama
general
tampoco
es
para
grandes
celebraciones.
Al fin
y al
cabo,
los
alumnos
de
Latín
sólo
son el
12% de
todos
los
que
cursan
Bachillerato,
mientras
que
los de
Griego
apenas
representan
el 8%,
uno
entre
cada
trece.
Pero
que
revivan
las
lenguas
muertas
-que
quizás
sería
mejor
llamar
"clásicas"-
es
toda
una
noticia.
"En el
caso
del
griego,
tenemos
una
explicación
plausible
-asegura
Antonio
Rivas-
porque
en el
curso
2002
se
publicó
la
reforma
de las
Humanidades,
que
convirtió
Griego
2 en
una
asignatura
propia
de la
modalidad,
en
lugar
de ser
optativa,
a
elegir
con
Historia
de la
Música".
Los
alumnos,
obligados
por la
nueva
normativa,
se
habrían
así
decantado
por la
lengua
ática.
Lo
malo
es que
la
norma
no se
aplicó
hasta
el
pasado
curso
y ya
en el
anterior
el
alumnado
había
crecido
en un
25%.
¿Preveían
los
alumnos
el
cambio
del
plan
de
estudios?
¿O
existe
otra
razón?
"Tiene
que
haberla
-reconocen
en la
Consellería
de
Educación-
pero
no la
sabemos,
porque
para
el
Latín
no
tenemos
ni
siquiera
una
explicación
razonable".
En
efecto,
nada
aclara
cómo
en dos
años
crece
un 25% la
matrícula
en la
lengua
de
Cicerón,
cuando
no
existen
razones
académicas
para
ello.
¿Habrán
descubierto
los
estudiantes
el
gusto
por
las
Clásicas
en
plena
generación
de las
telecomunicaciones?
Es
posible
que la
formación
humanística
vuelva
a la
actualidad,
después
del
auge
de la
tecnológica
y
social.
Pero,
pese
al
crecimiento
de
alumnos,
disminuyen
los
profesores
contratados
por la
Administración
gallega
para
impartir
estas
asignaturas.
En el
curso
2001/2002
había
en
Galicia
245
profesores
de
Latín,
mientras
que
este
año se
han
perdido
nueve:
236.
En el
caso
de
Griego,
también
desciende
el
número
de
docentes:
de 109
a 106
en los
últimos
dos
cursos
académicos.
La
Consellería
de
Educación
ya no
convoca
plazas
para
ambas
asignaturas
y hoy
cubre
buena
parte
de la
docencia
con
profesores
contratados.
"Es
habitual,
en la
mayoría
de los
institutos,
que
los
alumnos
de
griego
sean
tan
pocos,
que el
profesor
tenga
que
impartir
otras
materias",
explica
Antonio
Rivas,
de
Ordenación
Educativa.
Pero,
si la
tendencia
sigue
al
alza,
tal
vez
algún
día
sea
necesario
un
refuerzo
en las
lenguas
clásicas,
que,
en
estos
último
cursos,
parece
que
han
vuelto
a la
vida.
La
savia
de
muchas
materias
Ana
Rodríguez. A
Coruña
El
profesor
de
Cultura
Clásica
y
Griego
del
instituto
coruñés
de
Elviña,
Pedro
Souto,
no
entiende
cómo
un
alumno
puede
llegar
a la
Universidad
sin
tener
un
mínimo
conocimiento
del
mundo
clásico.
"El
conocimiento
de la
cultura
clásica,
une
pasado,
presente
y
futuro",
afirma,
"es
una
savia
nutritiva
y
constante
que
alimenta
el
árbol
de lo
que
hoy
somos,
de
nuestra
cultura
y de
muchas
disciplinas,
tanto
humanísticas
como
no
humanísticas".
Souto
dice
tener
la
"profunda
convicción"
de que
el
estudio
del
mundo
clásico,
"no
sólo
de las
lenguas,
es
necesario".
"La
asignatura
de
Cultura
Clásica
-incorporada
como
optativa
al
tercer
año de
Educación
Secundaria
Obligatoria-
está
muy
bien
diseñada
y
concebida,
imprescindible
para
conocer
las
raíces
de
Europa,
del
edificio
de la
cultura
occidental".
"Debería
ser
obligatoria
al
menos
un
año",
opina
el
docente,
que
imparte
esta
materia
a
cerca
de
cuarenta
alumnos
de un
total
de
noventa,
que la
eligieron
en
detrimento
de
otras
optativas
como
Francés,
Informática,
Ciencias
Medioambientales
o
Técnicas
de
Expresión
Escrita.
Souto
cree
que es
precisamente
ésta
materia
la que
ha
provocado
que
aumenten
el
número
de
jóvenes
en los
cursos
superiores
en los
departamentos
de
Clásica:
cerca
de
catorce
en
primero
y
segundo
de
Bachillerato
matriculados
en
Elviña
en
Griego,
y algo
más de
dos
decenas
inscritos
en
Latín.
"Para
ellos
resulta
atractivo
saber
por
qué
las
cosas
son
como
son y
de
dónde
vienen",
afirma
el
profesor.
Con
más de
35
años
de
vida
profesional
y 26
en el
instituto
coruñés,
Pedro
Souto,
ha
pasado
por
todos
los
planes
de
estudio.
"Yo no
digo
que se
estudien
años y
años
de
Latín,
como
sucedía
antes",
opina
Souto,
"pero
las
tendencias
pedagógicas
modernas,
aunque
con
cosa
positivas,
no han
dado
el
lugar
adecuado
y
necesario
a
estas
asignaturas".
El
docente
observa,
sin
embargo,
una
problemática
mayor,
el
constante
cambio
de
planes
educativos
de los
últimos
años.
"No
digo
que
tengan
la
misma
duración
como
las
leyes
de
antaño",
dice,
"pero
sí que
se
ajuste
un
marco
básico
de
diseño
curricular,
susceptible
de ser
modificado,
pero
estable". |