México,
(Notimex).-
Los
lidios
inventaron
la
moneda
como
medio de
intercambio,
pero
fueron
los
griegos
quienes
generalizaron
el uso
de
monedas
acuñadas
como
valor de
cambio.
Al
principio
se
utilizaron
unas
piezas
de metal
pesadas
-más o
menos
grandes
y
difíciles
de
transportar-,
con
arreglo
a un
sistema
ponderal
y con un
valor
comercial
establecido
de
antemano.
Con el
tiempo,
la
práctica
fue
aconsejando
el uso
de
fragmentos
reducidos
de
aquellas
piezas o
lingotes,
de peso
exacto y
uniforme,
ya
usados
en
tiempos
prehelénicos.
El
invento
de la
moneda
consistió
en la
acuñación
de estas
fracciones
metálicas
con una
marca o
sello
oficial
que
garantizara
su peso
y su
ley, es
decir,
su
valor.
A
finales
del
siglo
VII a.
C., los
lidios
vieron
la
ventaja
que
suponía
el uso
de
piezas
de metal
como
medios
de
cambio,
de peso
y
valores
fijos, y
las
fabricaron,
estampando
sobre
ellas
unos
tipos
como
marcas
de
garantía.
Dichas
piezas
reunían
todas
las
condiciones
que en
adelante
caracterizarían
a la
moneda
metálica:
tipología,
aleación
y pepos
decretados
por una
autoridad
que las
garantiza
y da un
valor
fijo.
Las
monedas
más
antiguas
fueron
acuñadas
en el
reinado
del rey
lidio
Giges
(hacia
685-652
a. C)
-personaje
legendario,
famoso
por
cierto
anillo
que le
volvía
invisible-,
se
trataba
de
pequeños
discos
irregulares,
de unos
850
gramos
de
"electrón"
(aleación
de oro y
plata).
El
historiador
Herodoto,
sin
embargo,
atribuye
tal
innovación
de la
moneda
al
famoso
Creso
-quien
vivió en
la
siguiente
centuria-
,
célebre
por sus
riquezas.
No
obstante,
se han
hallado
precedentes
más
remotos,
como las
"monedas"
-si
puede
hablarse
de
tales-
emitidas
por el
rey
asirio
Senaquerib,
hacia el
700 a.
C.
El
ejemplo
de Creso
no tardó
en ser
seguido
por el
monarca
persa
Darío,
quien
emitió
monedas
de oro,
denominadas
"dáricos".
Casi al
mismo
tiempo
el rey
Fidón,
de
Argos,
hizo
acuñar
en Egina
monedas
de plata
con la
efigie
de una
tortuga.
Por
razones
históricas,
la
numismática
griega
puede
clasificarse
en tres
periodos:
a)
arcaico
(siglo
VII-480
a. C),
b)
clásico
(480-323
a. C), y
c)
helenístico
(323-27
a. C).
Las
monedas
acuñadas
en la
Hélade o
Grecia
fueron
el
"calco"
(bronce),
la
"dracma"
(plata)
y el "estátero"
(oro),
con sus
correspondientes
múltiplos
y
submúltiplos.
La
unidad
del
sistema
monetario
griego
-al
mismo
tiempo
que
unidad
de peso-
era el
"dracma"
y
actualmente
es el
euro.
Durante
la etapa
helenística,
el
"dracma"
circuló
desde la
Península
Ibérica
-en el
siglo V
a. C.,
se
acuñaron
los
primeros
ejemplares
en
Ampurias
y
Rodas-,
hasta
Bactriana
(actual
Afganistán
septentrional).
Desde
Lidia
costa
oeste de
la
actual
Turquía,
el uso
de la
moneda
se fue
extendiendo
a lo
largo
del
siglo VI
a. C., a
la mayor
parte
del
mundo
griego.
Fuera de
Asia
Menor,
las
primeras
ciudades
en
adoptar
su uso
serían
Egina,
Corinto
y
Atenas,
que
inició
sus
acuñaciones
en
tiempos
de Solón.
Cada una
de estas
ciudades
emitía
su
propia
moneda e
imprimía
en ella
la
imagen
de sus
dioses y
de sus
animales
totémicos
o de
tipos
alegóricos
a
sucesos
de la
comunidad,
convirtiéndola
así en
un
auténtico
signo de
identidad
y de
autonomía.
En el
siglo V
a. C.,
finalizadas
ya las
guerras
contra
los
persas,
se
inicia
el
máximo
desarrollo
de la
cultura
helénica,
circunstancia
que
también
se
plasmará
en las
monedas.
Las
cecas
comienzan
a
inscribir
sus
nombres
completos
en las
acuñaciones,
que
ahora
-gracias
a una
sorprendente
técnica
descubierta
en las
colonias
de la
Magna
Grecia
que se
atribuye
a
Pitágoras-
tienen
anverso
y
reverso.
En la
antigüedad,
cada
moneda
viajaba
con los
comerciantes,
por lo
que se
convertían
en
tarjetas
de
presentación
de sus
respectivas
ciudades-Estado
y la
principal
o única
imagen
que de
ella
tenían
los
habitantes
de otros
lugares.
De ahí
el
interés
de cada
ciudad
en crear
acuñaciones
de
calidad.
El
reinado
de
Alejandro
Magno
significó
un
sustancial
cambio
en la
estructura
política
griega,
o que se
reflejaría
en sus
monedas.
Las
acuñaciones
del
mundo
heleno
concluyeron
a medida
que Roma
se fue
apoderando
de sus
territorios.
Todavía
subsistieron
algunas
cecas
bajo el
poder
romano
que
acuñaron
piezas
con
inscripciones
griegas,
pero
poco o
nada
tuvieron
en común
con la
pasada
grandeza
de las
emisiones
de la
Grecia
independiente,
"la
moneda
más
bella
jamás
acuñada".
Todas
las
monedas
de las
ciudades
griegas
y de sus
respectivas
colonias
eran más
o menos
grandes
y de
forma
más o
menos
circular,
dependiendo
de la
época y
calidad
de la
acuñación.
La
excepción
fue
Oliva,
colonia
del
Ponto
Euxino
(mar
Negro),
situada
en la
desembocadura
del
Dnieper,
en donde
circulaba
una
monedilla
graciosa
en forma
de
delfín,
lo que
viene a
constituir
una rara
curiosidad.
Del 13
al 29 de
agosto
próximo,
Atenas
será
sede de
la
XXVIII
Olimpiada.
Los
Juegos
Olímpicos
nacieron
hace
casi 3
mil años
en
Grecia,
donde se
iniciaron
los
primeros
de la
Edad
Moderna,
en 1896. |