Roma inauguró
la
presidencia
italiana
de la
Unión
Europea
con una
muestra
dedicada
a NIKÉ
("victoria",
en
griego)
en uno de
los
símbolos
de la
ciudad,
el
Coliseo.
"Niké.
juego y
victoria"
es una
muestra
que,
hasta el
7 de
enero de
2004, une
cultura y
deporte
entre las
paredes
del
anfiteatro
Flavio
para
recrear
los
antiguos
juegos
olímpicos
tal como
eran en
el mundo
clásico.
La
exposición
presenta
cómo eran
los
juegos en
el mundo
griego y
romano a
través de
más de
setenta
obras de
arte
procedentes
de
diversos
museos
italianos
e
internacionales,
como el
Louvre y
el
Staatliche
Museum de
Berlín.
Esculturas,
vasos
cerámicos,
mosaicos
y otros
objetos
permiten
analizar
los
orígenes
del
deporte
en la
antigüedad
y la
sublimación
y
celebración
de la
niké (la
"victoria",
en
griego),
la gran
protagonista
de la
muestra.
En
Grecia,
los
juegos se
organizaban
en
competiciones
entre
individuos.
Nunca
llegaron
a incluir
los
deportes
de
equipo,
una de
las
grandes
diferencia
con las
Olimpiadas
de la era
moderna.
El
atleta,
personalmente,
tenía que
demostrar
su valía.
Una vez
obtenida
la
victoria,
el
gimnasta
conseguía
la
inmortalidad
y una
fama que
honraba
su
nombre,
sus
cualidades
personales
¿tanto
físicas
como
morales¿
y
confería
la gloria
de su
ciudad de
origen.
Porque
los
griegos
tenían un
concepto
más
profundo
de la
victoria
del que
se ha
conservado
en la
sociedad
actual.
Ir al
estadio,
entrenarse
en el
gimnasio
o
participar
en las
competiciones,
incluso
como
espectador,
eran
actividades
que
completaban
al
hombre.
En la
antigua
Grecia,
el premio
estaba
representado
por los
símbolos
más
característicos
del mundo
mediterráneo,
como una
rama de
olivo,
laurel o
palma,
que
llenaban
de
orgullo a
los
vencedores.
Pero si
en el
ámbito
helénico
el
deporte
era una
actividad
noble,
para los
romanos
se
transformó
en
sinónimo
de
diversión
y ocio,
con una
afición
que pasó
a la
historia
como
apasionada,
desenfrenada
e incluso
cruel,
como en
el caso
de las
luchas
entre
gladiadores.
Los
juegos de
origen
griego
tuvieron
una
fuerte
influencia
en el
mundo
romano,
especialmente
en época
del
emperador
Domiciano,
de la
dinastía
flavia,
que
realizó
el primer
estadio
permanente
en Roma
(localizado
en la
actual
plaza
Navona),
restauró
el circo
Máximo y
finalizó
las obras
del
Coliseo.
El
recorrido
de la
muestra
La
muestra
se inicia
con la
Niké de
Nápoles,
del siglo
I, una de
las
esculturas
más
bellas de
la
antigüedad
realizadas
en
mármol. A
pesar de
la
ausencia
de la
cabeza y
de los
brazos,
sigue
provocando
un efecto
único y
embriagador,
por la
voluptuosidad
de los
pliegues
del
vestido y
la
ligereza
del
movimiento.
En el
arte
griego y
romano,
las
figuras
que
representaban
la
victoria
eran
mujeres
aladas,
imponentes,
con
vestidos
largos y
sinuosos.
Niké se
movía en
el mundo
de los
hombres y
saltaba
al Olimpo
de los
dioses
para
llevar el
nombre,
el
recuerdo
y la
imagen
del
triunfador.
Las alas
le
servían
para
conducir
al
vencedor
a lo más
alto, más
allá del
mundo de
los
mortales.
Eran el
reflejo
de la
velocidad
con la
que
pasaba la
gloria,
pues para
un
atleta, o
para un
guerrero,
era muy
difícil
conservar
la
victoria
a lo
largo de
las
competiciones
o las
batallas.
La niké
se
convirtió
en algo
inalcanzable.
Otras de
las
piezas
que se
exhiben
son los
vasos
áticos
griegos
que
reflejan
una
decoración
exquisita
de
figuras
rojas y
negras
con
escenas
deportivas
y
triunfales,
así como
diversas
esculturas
de
bronce,
entre
las que
destaca
Los
corredores
de la
villa de
los
Papiros
de
Herculano:
los dos
atletas
se
encuentran
inmortalizados
en el
momento
de
salida
de la
carrera.
Completan
la
colección
el ajuar
de la
tumba de
Lanuvio
y Vulci,
que
presenta
algunos
de los
instrumentos
que eran
usados
por los
gimnastas
en los
juegos,
el
Doríforo
de
Policleto
y el
Discóbolo
de
Lancelotti,
copia de
la
famosa
obra de
Mirón,
que
representa
el
momento
en el
que el
atleta
está
realizando
el
lanzamiento
del
disco.
El
Coliseo
- Un
marco
incomparable
Esta
muestra,
organizada
por el
Ministerio
de
Actividades
y Bienes
Culturales
y la
Superintendencia
Arqueológica
de Roma,
forma
parte de
la
dinamización
cultural
del
anfiteatro
flavio y
es la
segunda
exposición
que se
lleva a
cabo en
este gran
símbolo
del
Imperio
Romano. La
primera
muestra
fue
"Sangre y
arena",
dedicada
al mundo
de los
gladiadores
y los
juegos
circenses,
y se
celebró
durante el
segundo
semestre
del año
2001. Con
la
exposición
sobre
"Niké", el
Coliseo
presenta
otras
novedades.
Dos
ascensores
en el ala
norte
facilitan
el acceso
al segundo
nivel del
edificio.
Por otro
lado, la
presencia
de una
plataforma
que
reconstruye
parcialmente
la arena y
de un
puente que
cruza el
centro del
anfiteatro
ofrece al
público
una mejor
vista de
los
subterráneos.
Esto
permite al
visitante
imaginar
las
emociones
e
inquietudes
de los
gladiadores
cuando
salían a
la arena.
Las nuevas
instalaciones
han
permitido,
también,
la
realización
de
diversos
conciertos
en los que
intervinieron
Ray
Charles,
Noa y Paul
McCartney.
El Coliseo
fue sede
de los
juegos
desde su
inauguración
en el año
80 hasta
el 523,
período en
el que el
pueblo
romano
disfrutó
con los
cuatro
tipos de
competiciones:
las
batallas
navales
(solo
posibles
durante
los diez
primeros
años de
vida del
Coliseo),
las luchas
entre
gladiadores,
la caza de
fieras por
parte de
gladiadores
y aquellas
en que los
condenados
a muerte
eran
ofrecidos
a las
fieras.
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