El
lanzamiento
de peso,
que en los
Juegos del
2004 se
disputará
en las
ruinas de
Olimpia,
no estaba,
sin
embargo,
entre las
trece
pruebas
clásicas
que
componían
el
programa
de los
Juegos de
la
Antigüedad.
Sí que
formaban
parte de
aquellos
Juegos los
lanzamientos
de disco y
de
jabalina.
La
organización
de Atenas
2004 ha
elegido
ahora el
peso para
trasladarlo
a Olimpia
por
requerir
una
instalación
menos
compleja y
de menor
tamaño que
otras
disciplinas.
En el
olimpismo
moderno es
una de las
quince
pruebas
que se ha
disputado
en todas
las
ediciones,
desde 1896
hasta
2000.
Los Juegos
de la
Antigüedad,
cuyo
origen se
pierde en
el tiempo,
comenzaron
a
disputarse
regularmente
en el año
884 antes
de Cristo
por
consejo
del
oráculo de
Delfos,
que
recomendó
al rey
Mitos la
celebración
de una
ceremonia
de
carácter
pacificador
que
pusiera
fin de
forma
periódica
a las
guerras
que
destruían
el país.
Mitos
llegó a un
pacto con
los reyes
de todas
las
ciudades
griegas,
que
acordaron
instituir
una tregua
cada
cuatro
años
-periodo
que
recibiría
el nombre
de
"olimpiada"-,
durante la
cual se
disputarían
en
Olimpia,
lugar
sagrado de
peregrinación,
unos
Juegos en
honor de
la diosa
Hera.
Sus
pruebas,
resultados
y
participantes
comenzaron
a
contabilizarse
a partir
del año
776, fecha
admitida
de los
primeros
Juegos
Olímpicos
porque se
trata de
la primera
edición de
la que se
tiene
constancia
histórica.
Korebo, un
cocinero
de Elida,
es el
primer
campeón
olímpico
de la
historia.
Se impuso
en la
única
prueba que
entonces
componía
el
programa
olímpico,
la carrera
del
Estadio,
disputada
sobre una
distancia
de 600
pies de
Hércules
(192
metros).
El recinto
tenía
capacidad
para
40.000
espectadores.
Las
mujeres no
podían
entrar
para no
distraer a
los
participantes.
Nuevas
pruebas se
incorporaron
al
programa
en las
sucesivas
ediciones.
Las trece
pruebas
olímpicas
clásicas
son:
-
La
carrera
del
estadio
o prueba
de
velocidad
sobre la
longitud
de la
cancha,
con un
recorrido
de
192,27
metros.
-
El
Diaulo o
carrera
de ida y
vuelta a
la
distancia
del
estadio,
con un
total de
384,54
metros.
-
El
Dolico o
carrera
de
resistencia,
consistente
en 24
vueltas
al
estadio,
con un
recorrido
de 4.600
metros.
-
El
Hoplitas
o
carrera
con
armas,
en la
que se
competía
con
yelmo,
escudo y
espinilleras,
sobre un
recorrido
de 400
metros.
-
El
Pentathlon,
una
combinada
de cinco
pruebas
con
lanzamiento
de
disco,
lanzamiento
de
jabalina,
salto de
longitud,
carrera
de
velocidad
y lucha.
-
Lanzamiento
de
disco.
-
Salto de
longitud,
en el
que los
atletas
portaban
unos
halterios
en las
manos
que
soltaban
al
iniciar
el
salto.
-
Lanzamiento
de
jabalina,
construida
en una
vara de
unos dos
metros.
-
Lucha,
de la
que los
griegos
practicaban
dos
modalidades,
la de
pie y la
lucha
libre.
-
El
pugilato,
precursor
del
moderno
boxeo.
-
El
Pancracio,
una
especie
de "todo
vale",
en el
que se
permitían
golpes,
triquiñuelas
y
artimañas,
como
retorcer
los
dedos
del
adversario,
morderle,
patearle
o
meterle
los
dedos en
los
ojos.
-
Las
pruebas
hípicas,
entre
ellas la
carrera
de
cuadrigas.
-
Los
Agones
artísticos,
una
Olimpiada
cultural
paralela.
Las
continuas
guerras
que
asolaron
Grecia
mermaron
el
espíritu
olímpico y
los Juegos
degeneraron
hasta el
punto de
decretarse
su
prohibición.
En el
estadio de
Olimpia
dejó de
crecer la
hierba, la
Villa
Olímpica
fue
destruida
y la
gigantesca
estatua de
doce
metros de
altura de
Zeus,
esculpida
por Fidias,
tallada en
marfil y
con los
vestidos
en oro,
considerada
como una
de las
siete
maravillas
del mundo,
fue
derribada
y pasto de
la
voracidad
de los
traficantes
de obras
de arte.
El cónsul
romano
Lucio
Cornelio
Sila
saqueó y
destruyó
Olimpia en
el año 86
y trasladó
los Juegos
a Roma
cuando
cumplían
su 175
edición,
siendo
protegidos
por
emperadores
helenistas
como
Tiberio,
Augusto y
Adriano,
pero el
cristianismo,
religión
oficial
del
Imperio,
se mostró
reacio a
aquellas
manifestaciones
deportivas
consideradas
paganas.
Los Juegos
fueron
prohibidos
y Olimpia
definitivamente
destruida
el año 426
de la Era
Cristiana.
El
espíritu
arqueológico
del siglo
XIX
rescató
las ruinas
de Olimpia
y un
aristócrata
normando,
Pierre de
Fredi,
barón de
Coubertin,
restauró
el
espíritu
olímpico y
los
Juegos,
que
volvieron
a
celebrarse
2.672 años
después,
en 1896,
en Atenas,
en un
estadio
copia del
olímpico,
construido
a 350
kilómetros
del
original.
En la
actualidad,
las ruinas
de Olimpia
cobrar
protagonismo
una única
vez cada
dos años,
cuando en
ellas se
enciende
la Llama
que
prenderá
el
pebetero
de los
siguientes
Juegos de
Verano o
de
Invierno. |