Elena
Conde
Guerri,
doctora
del
Área
de
Historia
Antigua
de
la
Universidad
de
Murcia
y
profesora
de
la
Facultad
de
Letras,
ha
realizado
un
exhaustivo
estudio
de
las
principales
fuentes
escritas
griegas
y
latinas
para
reconstruir
la
historia
de
Cartagena,
incluso
más
allá
del
asentamiento
púnico.
Su
investigación
revela
un
apasionante
escenario
por
donde
la
historia
se
encarna
en
personajes
y
acontecimientos,
impregnados
de
un
barniz
de
actualidad,
sin
caer
en
lo
anecdótico
y
con
una
redacción
asequible
para
cualquier
lector.
-
¿Cuál
es
el
contenido
de
su
nueva
obra
-La
ciudad
romana
de
Carthago
Nova:
la
documentación
literaria-
y
qué
finalidad
persigue?
-
Este
libro
forma
parte
de
una
colección,
apoyada
por
el
Servicio
de
Publicaciones
de
nuestra
Universidad.
He
intentado,
por
el
estudio
y
análisis
de
las
principales
fuentes
escritas
griegas
y
latinas
que
documentan
el
pasado
de
Cartagena
antes
incluso
del
asentamiento
púnico,
hacer
una
reconstrucción
de
su
itinerario
histórico
lo
más
fidedigna
posible,
hasta
el
siglo
I
del
Imperio.
Es
obvio
que
la
empresa
no
ha
sido
tarea
sencilla,
pues
las
fuentes
en
sí
mismas
-generalmente,
historiografía-
suelen
ser
parciales
o
bien
subjetivas,
y
deben
tratarse
con
espíritu
crítico.
Pero
ello
se
suple
por
el
atractivo
de
lo
ya
conocido,
en
parte.
No
hay
que
olvidar
que
Carthago
Nova
fue
al
cambio
de
era
una
de
las
ciudades
de
provincia
más
dinámicas
e
importantes
de
todo
el
Mediterráneo
y
esto
ya
se
sabía
a
través
de
la
tradición
historiográfica,
enriquecida
palpablemente
por
los
ricos
hallazgos
arqueológicos
de
hace
unas
décadas.
- Si
tuviera
que
establecer
una
gradación
entre
las
fuentes
estudiadas,
¿cuáles
cree
que
son
indispensables
para
entender
aquella
época?
-
Polibio,
Tito
Livio,
Estrabón
y
Plinio
El
naturalista
son,
sin
duda,
las
fuentes
literarias
básicas
que
documentan
cada
uno
de
los
cuadros
específicos
que
confluyen
juntos
en
el
escenario
de
una
ciudad
compleja
en
sus
realidades
sociales
y
políticas,
pero
también
consecuente.
Las
he
citado
en
orden
cronológico.
Esto
no
es
ningún
secreto
para
el
especialista....
y el
joven
lector
no
debe
asustarse.
Los
antiguos
no
son
tan
antiguos
como
pudiera
pensarse
y de
casi
todos
ellos
hay
buenas
traducciones
a la
lengua
española.
-
¿Cartagena
debe
apostar
con
mayor
empeño
por
recuperar
y
conservar
su
legado
histórico?
-
Haría
una
distinción
entre
recuperación
y
conservación.
Sin
duda,
la
adecuada
conservación
y
adecuación
del
patrimonio
arqueológico-artístico
ya
visible,
es
tarea
ineludible.
Creo
que
se
está
haciendo
con
acierto,
pero
podemos
hacerlo
mejor.
Hay
que
ser
celosos
de
nuestro
legado
histórico
al
igual
que
ocurre
en
muchas
ciudades
europeas.
La
recuperación
de
lo
que
aún
sigue
ahí
-y
en
Cartagena
es
mucho-
exige
prudencia,
apoyo
por
parte
de
las
autoridades
e
instituciones
pertinentes
y,
desde
luego,
profesionalidad.
No
puede
encomendarse
el
pasar
la
huella
de
la
historia
pasada
al
siglo
XXI
si
no
es a
los
expertos
en
el
tema.
Y
éstos
deberán
calibrar,
en
función
de
la
racionalización
del
presupuesto
y
del
tirón
que
suponga
su
atracción
para
el
presente,
qué
restos
deben
ser
visibles
y
cuáles
no.
Es
un
modo
inteligente
de
promocionar
el
pulso
vital
de
nuestras
ciudades
vivas.
Y en
nuestra
Comunidad
ya
funcionan
algunos
programas
del
género.
- Si
comparamos
las
grandes
batallas
de
la
Historia
Antigua,
¿es
posible
encontrar
similitudes
-objetivos,
monopolio
del
poder,
custodia
de
los
recursos
naturales-
con
las
contiendas
actuales,
desde
los
conflictos
en
Palestina
a
Irak?
- Es
un
tema
que
planteo
muchas
veces
a
mis
alumnos.
Los
mecanismos
que
rigen
algunos
de
los
fenómenos
que
cita
son
diferentes
porque
las
sociedades
históricas
cambian
a lo
largo
del
tiempo,
pero
existen
similitudes.
En
el
mundo
antiguo
-que
en
gran
medida
ha
vivido
para
guerra-
los
conflictos
bélicos
y
algunos
procesos
migratorios
de
la
Grecia
insular
del
siglo
VIII
antes
de
Cristo,
han
detonado
por
escasez
de
recursos
naturales
explotables,
aunque
se
hiciera
responsable
de
ello
al
consabido
oráculo.
En
el
terreno
de
la
expansión
imperialista,
por
ejemplo,
Roma
manipuló
astutamente
a
los
mamertinos
para
hacerse
finalmente
con
el
control
de
Sicilia
en
la
primera
guerra
púnica.