Con
el
inicio
ayer
del
derribo
del
edificio
anejo
al
Museo
Nacional
de
Arte
Romano
(MNAR)
se
ha
dado
el
primer
paso
para
el
proyecto
de
ampliación
del
centro
emeritense,
que
se
espera
esté
terminado
en
torno
al
año
2007,
como
indicó
ayer
el
director
del
centro,
José
María
Álvarez.
Aunque
la
primera
estimación
apuntaba
a
que
las
nuevas
dependencias
podrían
ser
inauguradas
en
el
año
2006,
Álvarez
se
mostró
más
precavido
y
reconoció
que
la
obra
puede
sufrir
las
demoras
habituales
de
cualquier
proceso
de
construcción.
Por
ese
motivo,
afirmó
que
aunque
«existe
el
compromiso
hasta
el
año
2007,
a
lo
mejor
es
en
2008,
2006
ó
2009;
porque
los
proyectos
se
complican,
se
sabe
cuándo
empiezan
pero
no
cuándo
acaban,
pero
yo
espero
que
en
2007
podamos
ver
mucho
Museo
ampliado».
Para
que
esto
sea
posible,
ayer
se
firmó
el
acta
de
comprobación
de
replanteo,
que
permite
comenzar
la
demolición
del
edificio
de
viviendas
anejo
al
Museo.
Un
inmueble
que
fue
adquirido
por
el
Ministerio
de
Educación,
Cultura
y
Deportes
por
1,6
millones
de
euros
para
ampliar
las
instalaciones
del
centro
emeritense.
El
alcalde
de
Mérida,
Pedro
Acedo,
presentó
ayer
el
inicio
de
las
obras
de
demolición
acompañado
por
José
María
Álvarez
y
por
Fernando
Aguirre,
aparejador
de
la
Dirección
de
infraestructuras
del
Ministerio
de
Educación
y
Cultura
y
director
facultativo
del
derribo
junto
al
arquitecto
Mauro
Fernández
del
Barrio.
Acedo
adelantó
que
se
intentará
que
«estas
obras
sean
en
el
menor
plazo
posible»,
para
lo
cual
se
va
a
procurar
acortar
el
plazo
de
ejecución.
Por
ese
motivo,
se
va
a
solicitar
a
la
empresa
contratista
que
acelere
el
proceso
de
derribo
para
que
esté
terminado
antes
de
que
acabe
el
año
sin
que
afecte
en
lo
posible
al
puente
de
la
Constitución,
fecha
en
la
que
las
visitas
turísticas
a
la
ciudad
alcanzan
una
de
las
cotas
más
altas
del
año.
Paneles
protectores
Como
adelantó
este
diario
la
pasada
semana,
la
obra
de
derribo
ha
sido
adjudicada
a
la
empresa
Necso
Entrecanales
y
Cubiertas
por
un
importe
de
205.000
euros.
Esta
cantidad,
sumada
al
coste
de
adquisición
del
edificio
y
a
las
distintas
actuaciones
previstas,
ofrece
el
presupuesto
global
para
esta
intervención:
8.032.560
euros.
Para
Pedro
Acedo,
«es
una
inversión
apreciable
y
que
va
a
dar
un
enorme
contenido
a
este
Museo».
Según
explicó
Fernando
Aguirre,
el
proceso
de
derribo
«es
una
obra
muy
sencilla»,
pero
reconoció
que
«es
una
zona
muy
importante
para
la
ciudad,
por
lo
que
la
demolición
debe
hacerse
con
muchas
precauciones
y
enfocada
a
que
no
haya
posibles
contaminaciones
ambientales,
tanto
de
ruido
como
de
creación
de
polución».
Igualmente,
apuntó
que
se
trata
de
una
obra
con
un
plazo
de
ejecución
de
dos
meses,
pero
que
se
hará
todo
lo
posible
para
que
esté
finalizada
antes
de
que
acabe
el
presente
ejercicio.
Como
señaló,
«habrá
que
tomar
medidas
para
que
el
polvo
no
nos
perjudique
a
nadie,
sobre
todo
a
los
vecinos
y
a
la
renovación
de
aire
continua
que
tiene
el
Museo
con
su
propia
instalación».
«El
volumen
de
aire
que
tenemos
que
ir
procurando
renovar
va
a
implicar
que,
por
más
que
sedimentemos
ese
polvo
con
medios
de
riego
u
otros
que
encontremos,
siempre
algo
se
podría
filtrar»,
señaló
Aguirre.
«Tenemos
que
pensar
en
que
hay
vecinos
y
gente
viviendo
en
la
ciudad
-añadió-,
y
no
podemos
hacer
una
cosa
que
por
antojo
de
acabarla
cuanto
antes
afecte
a
la
vida
normal
de
las
personas».
Por
ese
motivo,
se
decantó
por
llevar
a
cabo
el
derribo
«paso
a
paso»
para
evitar
demasiadas
molestias.
Con
ese
fin,
propone
«encapsular
el
edificio
montando
unas
láminas
de
polietileno
que
lo
dejen
totalmente
encerrado
e
ir
poco
a
poco
realizando
la
demolición».
Una
actuación
necesaria
José
María
Álvarez
destacó
la
necesidad
de
acometer
la
ampliación
del
centro.
«Desde
que
se
inauguró
el
MNAR
en
1986
-aseguró-,
ya
planteamos
a
Rafael
Moneo
la
necesidad
de
ampliar
nuestras
instalaciones
porque
estábamos
mal».
Pese
a
que
el
edificio
del
Museo
«fue
puntero
en
su
época»,
afirmó
que
«también
adolecía
de
defectos,
y
cuando
uno
vive
en
una
casa
es
cuando
se
da
cuenta
de
que
las
habitaciones
hay
que
hacerlas
más
grandes
o
acortarlas».
Por
esa
razón,
la
dirección
del
centro
ha
defendido
la
puesta
en
marcha
de
la
ampliación
«porque
es
necesario
que
nuestros
servicios
de
configuren
mejor».
«Este
Museo
es
uno
de
los
más
importantes
de
Europa,
es
un
centro
nacional
de
estudios
romanos
y
un
centro
de
investigación
importantísimo
que
tiene
que
dar
medida
de
su
dimensión
en
su
momento
justo»,
recalcó.
Entre
otros
aspectos,
José
María
Álvarez
indicó
que
«nos
faltan
talleres
didácticos,
más
espacio
para
la
biblioteca,
queremos
un
nuevo
salón
de
actos
y
una
nueva
sala
de
exposiciones
temporales
de
hasta
500
metros
cuadrados
con
el
fin
de
no
tener
que
utilizar
con
demasía
la
sala
principal
del
Museo».
Todas
estas
prioridades
se
encuentran
en
la
relación
de
necesidades
que
los
profesionales
del
centro
han
entregado
al
Ministerio
de
Cultura
con
la
intención
de
que
se
incluya
en
el
proyecto
definitivo
de
obra,
que
podría
comenzar
en
el
año
2005.
En
este
sentido,
tanto
el
director
del
MNAR
como
Pedro
Acedo
mostraron
su
interés
en
que
sea
Rafael
Moneo
quien
elabore
este
proyecto.
El
alcalde
emeritense
destacó
que
«vemos
realizados
los
sueños
de
muchos,
encabezados
por
José
María
Álvarez,
quien
ha
puesto
toda
la
carne
en
el
asador
para
que
esto
sea
una
realidad».
De
esa
forma,
además
de
agradecer
la
buena
disposición
del
Ministerio
de
Educación,
Cultura
y
Deportes,
resaltó
que
«el
alma
de
este
proyecto
es
José
María,
como
lo
es
también
del
Museo
Visigodo».