Los
que
eligen
letras
en
Selectividad
son
la
mitad
de
los
que
optan
por
las
otras
tres
ramas.
Los
profesores
de
Secundaria
confían
en
que
la
nueva
ley
educativa
relance
estas
asignaturas.
El
rosa
rosae
es
entonado
cada
vez
por
menos
adolescentes.
A
la
disminución
progresiva
de
alumnos
por
la
caída
demográfica,
se
suma
el
abandono
de
la
rama
de
humanidades,
patente
desde
hace
años
en
los
institutos
gallegos.
En
el
IES
Rafael
Dieste
de
A
Coruña
realizan
un
pequeño
recuento
de
los
estudiantes
de
cada
opción.
Los
de
Griego
y
Latín
son
seis.
Los
de
ciencias
alcanzan
la
veintena.
La
misma
operación
en
el
de
O
Castro
(Lugo)
arroja
peores
estadísticas:
cinco
bachilleratos,
tres
de
ciencias,
y
el
de
humanidades,
con
veinte
estudiantes,
acoge
también
a
alumnos
de
música.
Los
profesores
de
los
centros
señalan
que
se
trata
de
una
moda,
muy
vinculada
a
la
creencia
de
que
las
ciencias
son
las
únicas
que
tienen
salida
profesionales,
«pero
hoxe
en
día,
¿quen
ten
saídas
profesionais?»,
se
preguntan.
Pero
además,
el
hecho
de
no
impartir
ninguna
de
estas
materias
supone
para
los
docentes
perder
una
base
determinante
para
la
lengua
y
la
historia.
Es
el
caso
del
ex
alcalde
de
Ferrol,
Juan
Blanco,
profesor
de
estas
asignaturas,
para
quien
tanto
el
Latín
como
el
Griego
suponen
el
esqueleto
de
las
lenguas.
«Ahora
hay
alumnos
que
confunden
titán
con
el
Titanic,
ya
que
no
hay
conocimiento
del
griego»,
señala.
Otros,
sin
embargo,
aseguran
que
pierde
lo
mismo
un
adolescente
por
no
aprender
la
lengua
románica
que
por
obviar
la
Física,
por
ejemplo.
Selectividad
El
porcentaje
de
estudiantes
que
eligen
esta
opción
se
refleja
en
las
estadísticas
de
selectividad
-la
Consellería
de
Educación
unifica
en
las
suyas
a
alumnos
de
humanidades
y
ciencias
sociales-.
En
junio
de
este
año,
la
rama
científico
técnica
tuvo
2.600
matriculados
de
segundo
de
bachillerato,
ciencias
de
la
salud
3.000,
ciencias
sociales
algo
menos
de
2.400
y
las
humanidades
se
quedaron
en
los
1.400
jóvenes.
Para
la
presidenta
de
la
Asociación
de
profesores
de
Griego
de
Galicia,
Dolores
Losada
Seijo,
el
declive
de
las
clásicas
no
es
tal,
sino
que
obedece
a
múltiples
factores,
en
los
que
entran
incluso
«intereses
políticos»
por
fomentar
algunas
asignaturas.
Y
es
que
para
esta
profesora
el
alumno
debe
estudiar
lo
que
prefiera
sin
limitarse
a
las
opciones
que
garanticen
una
salida
en
el
mercado
laboral.
«El
Latín
y
el
Griego
no
sirven
sólo
para
dar
clase»,
añade
Losada,
quien
define
de
«tremenda
catástrofe»
que
se
las
haya
eliminado
como
asignaturas
obligatorias
con
la
LOGSE.
Actualmente,
los
estudiantes
de
secundaria
no
tienen
en
su
currículo
ni
la
materia
de
Griego
ni
la
de
Latín,
y
únicamente
se
contempla
una
asignatura
denominada
Cultura
Clásica,
que
aborda
más
la
historia
que
la
base
de
estas
lenguas.
Los
profesores
aseguran
que
con
la
LOCE
habrá
más
cabida
en
esta
etapa
para
las
clásicas,
ya
que
el
Latín
aparecerá
en
cuarto
de
ESO,
aunque
únicamente
para
los
estudiantes
que
vayan
a
decantarse
por
humanidades.
|