La
investigación
arqueológica
despierta
en
Serbia
de un
letargo
de casi
15 años,
con la
reanudación
de una
serie de
excavaciones
de
asentamientos
romanos
detenidas
durante
el
régimen
de
Slobodan
Milosevic
(1989-2000).
El
Ministerio
de
Cultura
y
Prensa,
con
fondos
otorgados
por la
Organización
de las
Naciones
Unidas
para la
Educación,
la
Ciencia
y la
Cultura,
decidió
apoyar
nuevas
investigaciones
a lo
largo de
los ríos
Danubio
y Sava
para
desenterrar
los
restos
de
varias
construcciones
romanas.
Esta
fiebre
arqueológica
llamó la
atención
de todos
los
serbios,
que por
primera
vez
fueron
testigos
de una
expedición
submarina
en el
Danubio,
que
marca el
límite
con
Rumania.
Esta
expedición
confirmó
la
ubicación
exacta
del
puente
de
Trajano,
que
conectaba
a la
actual
localidad
de
Kladovo
con el
puerto
rumano
de Turno
Severin,
unos 170
kilómetros
al oeste
de
Belgrado.
Trajano,
emperador
entre
los años
98 y 117
de la
era
cristiana,
comenzó
a
construir
el
puente
en 103,
como
parte de
sus
incursiones
en el
reino de
los
dacios,
los
antiguos
pobladores
de
Rumania.
”Había
discrepancias
entre
los
expertos
de
Occidente
sobre la
existencia
de este
puente,
pero ya
localizamos
siete de
los 20
pilares
en el
fondo
del
Danubio,
que
muestran
un
trazado
exacto”,
dijo a
IPS la
arqueóloga
Gordana
Karovic,
de la
Oficina
Serbia
para la
Protección
de los
Monumentos
Culturales.
Los
investigadores
emplearon
esta vez
tecnología
especial,
por
ejemplo
emisiones
sonoras
submarinas
para
medir
distancias
y ubicar
objetos.
Antes,
los
arqueólogos
rumanos
y
serbios
sólo
podían
hacerlo
mediante
buzos.
Los
restos
de 16
pilares
del
puente
habían
sido
ubicados
en 1932,
y en
nuevas
expediciones
50 años
después
sólo se
encontraron
12 de
ellos.
Cuatro
fueron
destruidos
por el
agua,
señaló
Karovic.
La
última
expedición
en
septiembre
se
concentró
en el
pilar
número
seis,
contando
desde el
margen
serbio
del río.
El
equipo
de buzos
filmó
los
restos
de una
base
cuadrada,
cubierta
con
grabados.
El
arquitecto
de
Trajano,
Apolodorus
de
Damasco,
eligió
para el
puente
el lugar
donde el
Danubio
tiene
una
altura
constante
de unos
ocho
metros.
Eso le
permitió
construirlo
con 20
pilares
de unos
45
metros
de
altura
cada
uno.
Los
restos
de los
dos
primeros
todavía
son
visibles
sobre la
superficie
del río
desde
ambas
márgenes.
Una
placa en
los
restos
del
puente
ensalza
la
conquista
de Dacia
por
parte de
las
huestes
de
Trajano.
”Nuestro
principal
objetivo
es
constatar
si fue
un
puente
por
completo
de
piedra,
o de
madera
con
fundamentos
de
piedra.
Así
podremos
descubrir
el
secreto
de la
construcción
de los
puentes
romanos”,
señaló
Karovic.
”Todos
los
restos
permanecerán
bajo el
agua
hasta
que se
encuentre
una
solución
en
tierra.
Si los
sacamos
ahora,
se
desintegrarían.
Tenemos
que
respetar
los 19
siglos
que hay
en
medio”,
añadió.
Los
trabajos
arqueológicos
eran
casi
inexistentes
bajo el
gobierno
de
Milosevic,
derrocado
hace
tres
años. Su
caída
permitió
el
regreso
de
fondos
del
exterior
para
financiar
excavaciones
en un
país con
un rico
pasado
histórico.
Por otra
parte,
los
arqueólogos
rumanos
se
unirán a
la
carrera
para
conocer
los
secretos
del
Puente
de
Trajano
el año
próximo.
El
principal
misterio
que se
pretende
develar
es cómo
se
derrumbó.
Una de
las
versiones
es que
el
propio
Imperio
Romano
destruyó
el
puente
varios
siglos
después
de su
construcción
para
impedir
incursiones
de
tribus
bárbaras.
Otros
sostienen
que el
puente
se
derrumbó
debido a
la
descomposición
del
lecho
del río.
Las
excavasiones
arqueológicas
también
se
reanudaron
en la
localidad
de
Kostolac,
sobre el
Danubio,
donde se
ubicó el
campamento
romano
de
Viminacium.
”Descubrimos
varios
cientos
de
metros
de un
acueducto
y un
mausoleo,
lo que
demuestra
que este
lugar
era un
muy
importante
campamento
romano
en el
primer
siglo”,
señaló
el jefe
de los
trabajos
arqueológicos
en
Kostolac,
Miomir
Korac.
La
búsqueda
de los
secretos
del
Imperio
Romano
también
se
extendió
a la
pequeña
localidad
de
Sremska
Mitrovica,
75
kilómetros
al oeste
de
Belgrado.
Allí,
las
excavaciones
se
concentraron
en el
sitio
donde
estaba
Sirmium,
la
fortaleza
romana
sobre el
río Sava
que data
del
siglo I.
Una
cabeza
de
mármol
de la
estatua
de la
diosa
Diana
salió a
la luz
sólo
después
de dos
días de
excavaciones
el
último
verano
boreal.
Las
investigaciones
arqueológicas
continuarán
el
próximo
verano
con
ayuda
del
gobierno
de
Francia.
Los
expertos
creen
que el
suelo de
Sremska
Mitrovica
esconde
templos
y
enormes
casas
antiguas.
La
fiebre
por la
arqueología
llegó
hasta la
vecina
Croacia,
donde ya
se están
preparando
grupos
de
expertos
dispuesto
a
sumergirse
en el
Danubio. |