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noviembre 2003

Vesna Peric Zimonjic, BELGRADO ●  www.ipsnoticias.net

Arqueología serbia: La fiebre del pasado
La investigación arqueológica despierta en Serbia de un letargo de casi 15 años, con la reanudación de una serie de excavaciones de asentamientos romanos detenidas durante el régimen de Slobodan Milosevic (1989-2000).

El Ministerio de Cultura y Prensa, con fondos otorgados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, decidió apoyar nuevas investigaciones a lo largo de los ríos Danubio y Sava para desenterrar los restos de varias construcciones romanas.

Esta fiebre arqueológica llamó la atención de todos los serbios, que por primera vez fueron testigos de una expedición submarina en el Danubio, que marca el límite con Rumania.

Esta expedición confirmó la ubicación exacta del puente de Trajano, que conectaba a la actual localidad de Kladovo con el puerto rumano de Turno Severin, unos 170 kilómetros al oeste de Belgrado.

Trajano, emperador entre los años 98 y 117 de la era cristiana, comenzó a construir el puente en 103, como parte de sus incursiones en el reino de los dacios, los antiguos pobladores de Rumania.

”Había discrepancias entre los expertos de Occidente sobre la existencia de este puente, pero ya localizamos siete de los 20 pilares en el fondo del Danubio, que muestran un trazado exacto”, dijo a IPS la arqueóloga Gordana Karovic, de la Oficina Serbia para la Protección de los Monumentos Culturales.

Los investigadores emplearon esta vez tecnología especial, por ejemplo emisiones sonoras submarinas para medir distancias y ubicar objetos. Antes, los arqueólogos rumanos y serbios sólo podían hacerlo mediante buzos.

Los restos de 16 pilares del puente habían sido ubicados en 1932, y en nuevas expediciones 50 años después sólo se encontraron 12 de ellos. Cuatro fueron destruidos por el agua, señaló Karovic.

La última expedición en septiembre se concentró en el pilar número seis, contando desde el margen serbio del río. El equipo de buzos filmó los restos de una base cuadrada, cubierta con grabados.

El arquitecto de Trajano, Apolodorus de Damasco, eligió para el puente el lugar donde el Danubio tiene una altura constante de unos ocho metros. Eso le permitió construirlo con 20 pilares de unos 45 metros de altura cada uno.

Los restos de los dos primeros todavía son visibles sobre la superficie del río desde ambas márgenes.

Una placa en los restos del puente ensalza la conquista de Dacia por parte de las huestes de Trajano.

”Nuestro principal objetivo es constatar si fue un puente por completo de piedra, o de madera con fundamentos de piedra. Así podremos descubrir el secreto de la construcción de los puentes romanos”, señaló Karovic.

”Todos los restos permanecerán bajo el agua hasta que se encuentre una solución en tierra. Si los sacamos ahora, se desintegrarían. Tenemos que respetar los 19 siglos que hay en medio”, añadió.

Los trabajos arqueológicos eran casi inexistentes bajo el gobierno de Milosevic, derrocado hace tres años. Su caída permitió el regreso de fondos del exterior para financiar excavaciones en un país con un rico pasado histórico.

Por otra parte, los arqueólogos rumanos se unirán a la carrera para conocer los secretos del Puente de Trajano el año próximo. El principal misterio que se pretende develar es cómo se derrumbó.

Una de las versiones es que el propio Imperio Romano destruyó el puente varios siglos después de su construcción para impedir incursiones de tribus bárbaras. Otros sostienen que el puente se derrumbó debido a la descomposición del lecho del río.

Las excavasiones arqueológicas también se reanudaron en la localidad de Kostolac, sobre el Danubio, donde se ubicó el campamento romano de Viminacium.

”Descubrimos varios cientos de metros de un acueducto y un mausoleo, lo que demuestra que este lugar era un muy importante campamento romano en el primer siglo”, señaló el jefe de los trabajos arqueológicos en Kostolac, Miomir Korac.

La búsqueda de los secretos del Imperio Romano también se extendió a la pequeña localidad de Sremska Mitrovica, 75 kilómetros al oeste de Belgrado.

Allí, las excavaciones se concentraron en el sitio donde estaba Sirmium, la fortaleza romana sobre el río Sava que data del siglo I.

Una cabeza de mármol de la estatua de la diosa Diana salió a la luz sólo después de dos días de excavaciones el último verano boreal.

Las investigaciones arqueológicas continuarán el próximo verano con ayuda del gobierno de Francia. Los expertos creen que el suelo de Sremska Mitrovica esconde templos y enormes casas antiguas.

La fiebre por la arqueología llegó hasta la vecina Croacia, donde ya se están preparando grupos de expertos dispuesto a sumergirse en el Danubio.

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