Los
trabajos
de
construcción
de un
inmueble
realizados
en el
casco
histórico
de
Zaragoza
han dejado
al
descubierto
cerca de
800
ánforas de
la época
romana,
que fueron
enterradas
entorno al
siglo
primero
antes de
Cristo en
un solar
de la
capital
aragonesa,
como
sistema de
drenaje
de las
aguas del
Ebro.
El
hallazgo
se ha
producido
esta
semana en
la plaza
de Las
Tenerías,
una zona
del casco
urbano de
Zaragoza
situada
junto al
antiguo
coso
romano, en
el límite
de la
entonces
Caesaragusta,
y en un
punto
cercano al
río Ebro.
La
disposición
agrupada
de las
ánforas
vacías, ha
hecho
pensar a
los
arqueólogos
que fueron
utilizadas
como un
sistema de
aislamiento
del cauce.
Los
técnicos
arqueólogos
del
Gobierno
de Aragón
comenzarán
el próximo
lunes a
retirar
las 800
ánforas,
un diez
por ciento
de las
cuales se
encuentran
intactas,
para que
sean
estudiadas
en el
Museo de
Zaragoza,
según han
informado
fuentes
del
Ejecutivo
autonómico.
Al
parecer,
las
ánforas
habían
contenido
originariamente
salazones
y vino
y, aunque
en general
el
recipiente
era
desechado,
en esta
ocasión
fueron
utilizados
como parte
de este
sistema de
drenaje,
que era
usado por
los
romanos en
muchas de
sus
ciudades,
según ha
informado
el Heraldo
de Aragón.