Los
cuatro
mosaicos
romanos
donados
al
Ayuntamiento
de La
Vila
Joiosa
por un
particular,
cuya
entrega
se
formalizó
, están,
según el
arqueólogo
municipal,
Antonio
Espinosa,
"en el
mismo
estado
de
conservación
que
presentaban
en el
momento
de su
extracción,
en los
años
30".
Espinosa
explicó
que, a
pesar de
estar
bien
conservadas,
las
piezas
"necesitan
un
proceso
de
restauración
rápido
porque
fueron
aglutinadas
en
cemento
y las
sales de
este
compuesto
podrían
deteriorar
el
mosaico".
En esta
línea,
calculó
que los
especialistas
tardarán
aproximadamente
medio
año en
restaurar
las
cuatro
piezas,
ya que
una de
ellas,
un
fragmento
decorado
con
motivos
acuáticos
que
simula
un
estanque
con
peces,
"está
compuesto
por
quince
tipos
diferentes
de
piedras,
entre
ellas
mármoles
del
norte de
Africa,
varios
tipos de
vidrio y
también
mármoles
de
colores
de todo
el
Mediterráneo".
Esta es
la pieza
más
llamativa
de las
cuatro
que ha
donado
Aurora
Silvestre
Boronat,
que ya
depositó
en 1975
otros
dos
ejemplares
procedentes
de la
misma
villa y
que
también
se
encuentran
en el
Museo
Municipal
de La
Vila
Joiosa.
En este
sentido,
Espinosa
explicó
que "el
vidrio
requiere
un
proceso
muy
complicado
de
restauración
que
ralentizará
el
trabajo".
El
auditorio
del
Centro
Social
de La
Vila
Joiosa
acogió
esta
mañana
el acto
de
donación
de los
cuatro
mosaicos
romanos,
procedentes
de la
villa
monumental
de
Xauxelles,
también
conocida
como
Torre-La
Cruz.
Son
cuatro
grandes
fragmentos
pertenecientes
a las
termas
privadas
de una
lujosa
residencia
de
finales
del
siglo
III
después
de
Cristo,
probablemente
propiedad
del
senador
de
origen
dianense
Lucio
Lucrecio
Servilio
Galo
Semproniano.
Los
mosaicos
fueron
fabricados
en un
taller
de
Cartagena,
identificado
por el
arqueólogo
municipal
y por
otro
investigador
de
Murcia.
"Es el
primer
mosaico
de un
taller
que
trabajaba
en la
zona del
Conventus
Cartaginensis
y que
también
elaboró
el
Mosaico
de la
Basílica
Paleocristiana
de
Elche",
explicó
Espinosa.
La villa
de
Xauxelles
estaba
decorada
con
mármoles
procedentes
de las
más
afamadas
canteras
del
Mediterráneo
occidental
y
oriental,
principalmente
de
Grecia y
del
norte de
Africa.
Las
paredes
de las
termas
presentaban
una
decoración
poco
frecuente
de
tallas
de
estuco
representando
motivos
geométricos,
vegetales,
animales
e
incluso
figuras
de
diosas
como
Afrodita
y Hécate.
Por su
parte,
los
pavimentos
tenían
mosaicos
policromos
de
motivos
curativos
y
protectores
de la
salud en
el
sector
de las
termas y
de
motivos
geométricos
en el
interior
de esa
misma
habitación.
La
primera
autoridad
local,
José
Miguel
Llorca,
agradeció
"esta
impagable
donación"
y
destacó
"la
intención
del
gobierno
local de
lanzar
una
campaña
para
recuperar
el
patrimonio
histórico
que
pueda
haber
repartido
en el
municipio".
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