Las
obras de
construcción
de la
carretera
Guissona-Biosca
han
chocado,
una vez
más, con
la
historia.
Los
servicios
de
Arqueología
de la
Generalitat
han
excavado
una
auténtica
villa
romana
cerca de
Biosca
que,
incluso,
ha
obligado
a
Carreteres
a variar
el
trazado
final de
este
nuevo
vial.
Las
excavaciones
empezaron
el
pasado
mes de
junio y
ahora ya
se han
dado por
terminadas.
El
terreno
acotado
ocupa
una
superficie
de 3.000
metros
cuadrados,
aunque
los
arqueólogos
opinan
que se
podrían
encontrar
nuevos
restos
en otras
zonas.
Primero,
las
prospecciones
obtuvieron
hallazgos
en el
trazado
inicial
de la
carretera.
Los
técnicos
modificaron
el
proyecto
y
acercaron
el
futuro
vial al
trayecto
de la
antigua
carretera
Guissona-Biosca.
Sin
embargo,
las
siguientes
excavaciones
acabaron
por
encontrar
otros
restos.
En
primer
lugar,
se
descubrió
una
villa
romana
que
podría
datarse
entre el
siglo I
a.C. y
el VII
d.C. Se
trata de
un
asentamiento
rural,
donde
probablemente
vivieron
hasta
medio
centenar
de
personas.,
alguna
de ellas
en
régimen
de
esclavismo.
En la
siguiente
fase,
justo
por
debajo
de la
antigua
carretera,
se han
encontrado
los
restos
de unas
termas
romanas,
los
circuitos
por
donde
pasaba
el agua
caliente,
habitaciones,
un horno
y silos.
Todos
los
descubrimientos
se han
catalogado
para
cubrirlos
después
con
tierra.
Encima
de ellos
pasará
la
carretera
y el
resto
serán
cultivos.
La
importancia
del
descubrimiento
radica
en su
proximidad
a la
popular
villa de
Iesso (Guissona).
Precisamente
en esta
población,
también
en el
trazado
de la
misma
carretera,
se
descubrieron
hace
meses
los
restos
de un
camino
romano
que la
Generalitat
ha
decidido
conservar.
Para
ello
están
construyendo
los
pilares
para un
paso
elevado,
con la
intención
de que
el
hallazgo
sea
visitable.
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