El
monumento,
que será
peatonal,
no
tendrá
farolas
ni
aceras
Recuperará
un
balcón
oculto y
la
hornacina
de San
Acisclo
y Santa
Victoria
La obra
comenzará
en 2004
y se
prolongará
unos
tres
años.
No
tendrá
farolas
ni
aceras.
Lucirá
un nuevo
pretil.
Su
firme,
compuesto
de
piezas
de
granito,
dibujará
dos
pendientes
descendentes,
una en
cada
extremo,
para que
los
peatones
puedan
acceder
con
comodidad
a la
Puerta
del
Puente y
la torre
de la
Calahorra,
que
serán
liberadas
de
escaleras.
Los
viandantes
serán
los
únicos
usuarios
del
paso,
que se
vedará
al
tráfico
excepto
en
situaciones
de
emergencia.
El San
Rafael,
ahora
ennegrecido
por el
humo de
las
velas,
pasará
un
proceso
de
restauración
y a sus
pies se
colocará
un
soporte
para las
candelas,
que
evitará
así el
perjuicio
que
causa el
humo a
la
imagen
del
custodio.
Éstas
son
algunas
de las
modificaciones
que
establece
el
proyecto
de obra
del
Puente
Romano
que el
arquitecto
Juan
Cuenca
entregó
ayer a
la
Junta.
La
pretensión
del
miembro
del
célebre
Equipo
57 es
"restituir"
el
aspecto
que la
pasarela
fluvial
tenía
antes de
sufrir
las dos
transformaciones
operadas
en el
siglo XX.
"Mi
intención
-señala
Cuenca-
no es
que el
puente
recupere
su
imagen
primitiva,
porque
eso es
sencillamente
imposible
debido a
los
cambios
que se
han
llevado
a cabo
en él
desde
hace
varias
centurias,
sino
dejarlo
como
estaba
antes de
que en
1927
primero
y,
después,
en la
década
de los
60, se
interviniera
en él
con el
único
objetivo
de
adaptarlo
al
tránsito
de los
vehículos
a
motor".
El
adoquinado
que hoy
presenta
el
puente
data de
los años
de la
dictadura
de Primo
de
Rivera,
así como
el
pretil
que se
observa
en la
actualidad.
Además,
en los
albores
de los
30 las
obras
ocultaron
un
balcón
situado
en el
pilar
central
y una
hornacina
dedicada
a los
patrones
de la
capital,
San
Acisclo
y Santa
Victoria.
El
proyecto
de
Cuenca
recupera
estos
elementos
que
aparecen
en los
grabados
decimonónicos.
El
arquitecto
ha
desechado
a última
hora la
posibilidad
de que
la
infraestructura
levantada
durante
la
dominación
musulmana
tenga
farolas
en el
futuro.
"Ese
puente
casi
nunca ha
tenido
luminarias,
tan sólo
desde la
década
de los
60, que
es
cuando
se
colocaron
las que
vemos
ahora.
Un
ejemplo
de ello
es que
para el
rodaje
de la
película
Carmen
de
Vicente
Aranda
se
retiraron
las
farolas
"con el
objetivo
de
ofrecer
al
espectador
una
imagen
más fiel
de la
época",
argumenta
Cuenca.
La
opción
por la
que éste
se ha
decantado
es muy
discreta:
se trata
de luz
lineal
que
discurrirá
debajo
del
pretil y
que será
imperceptible
durante
el día y
útil
durante
la
noche.
"Esta
elección
contribuye
a
nuestra
búsqueda
de la
pureza
del
monumento",
agrega
el autor
del
proyecto
Transformaciones,
ganador
del
concurso
convocado
por
Obras
Públicas
para
revalorizar
el
entorno
del
puente.
La
iluminación
ornamental
de la
pasarela
más
longeva
de la
ciudad
también
está
prevista
en el
documento
que
Cuenca
puso
ayer
encima
de la
mesa de
la
Junta.
La idea
es que
esta luz
decorativa
incida
directamente
en los
tajamares
-los
elementos
añadidos
en el
soporte
de la
pasarela
de forma
angular
para
cortar
el paso
del
agua- y
en el
paramento
-las
paredes
exteriores.
Los
planes
de Obras
Públicas
son que
los
trabajos
en el
monumento
comiencen
en los
primeros
meses
del año.
Esta
actuación
será la
segunda
del
proyecto
global
de
reforma
del eje
Puerta
del
Puente-Calahorra
-la
primera
es la
remodelación
del
entorno
de la
torre de
La
Calahorra,
que ya
ha sido
adjudicada
a una
Unión
Temporal
de
Empresas
(UTE)-.
El
objetivo
fundamental
de la
iniciativa
es que
el
espacio,
de un
gran
valor
artístico
e
histórico
pero que
ha
concitado
escaso
interés
de las
autoridades
hasta el
momento,
se
convierta
en una
de los
accesos
de
entrada
peatonal
del
turismo
al casco
antiguo.
Las
previsiones
de la
Administración
autonómica
son que
las
intervenciones
duren,
al
menos,
hasta
2007. La
inversión
estimada
en la
zona es
de 21
millones
de
euros,
si bien
el
propio
Juan
Cuenca
reconoce
que el
presupuesto
superará
esa
cifras
por las
diferencias
entre el
anteproyecto
de la
reforma
y el
definitivo,
que es
el que
entregó
ayer.
Junto al
plan de
remozamiento
de la
pasarela
más
antigua
de
Córdoba,
el
arquitecto
envió
ayer a
Obras
Públicas
el
anteproyecto
del
futuro
Centro
de
Visitantes,
que se
ubicará
en el
lugar
que hoy
ocupa un
aparcamiento
junto a
la
Puerta
del
Puente.
La
instalación,
ya
confirmada,
de la
sede del
Consorcio
de
Turismo
en los
dos
edificios
que
compondrán
el
equipamiento
han
obligado
a Cuenca
a
disponer
un
sótano
en los
mismos. |