|
San
Brandan
y los
suyos
sobre
el
lomo
de la
ballena,
con un
entorno
realista |
Desde el
universo
clásico a
los
visigodos
pasando
por Marco
Polo, los
humanistas
o los
caminos
del Nuevo
Mundo,
este libro
constituye
un canto a
la
sabiduría
MADRID. La
Real
Academia
de la
Historia,
junto con
el Centro
de
Estudios
Políticos
y
Constitucionales,
acaba de
publicar
un libro
que en sí
mismo
constituye
una
auténtica
obra de
arte. Se
trata de
«Hacia una
nueva
imagen del
mundo»,
cuyo autor
es Gonzalo
Menéndez-Pidal,
un
verdadero
sabio que
a sus 92
años posee
una
enciclopédica
erudición
y que
según
manifiesta
Gonzalo
Anes,
director
de la Real
Academia
de la
Historia,
«no creo
que haya
nadie en
el mundo
que sepa
más que él
y que
posea
archivos
tan
variados».
No cabe
duda de
que el
decano de
los
académicos
por su
antigüedad,
ya que
ingresó en
noviembre
del 55,
constituye
un digno
sucesor de
su padre,
don Ramón
Menéndez-Pidal.
En este
libro su
autor
analiza
con un
lenguaje
francamente
atractivo
las
postrimerías
del mundo
clásico,
centrándose
en
personajes
como Paulo
Orosio,
que lleva
a cabo el
primer
ensayo de
una
concepción
historiográfica
universal
redactada
por mano
cristiana,
ilustrado
con mapas
detallados
de estos
historiadores
viajeros,
el periodo
bizantino,
sasaní, el
mundo
romano
germano y
los
visigodos,
los
britanos o
el
renacimiento
carolingio.
Continúa
después
con las
escuelas
de
traductores,
Enrique el
Navegante
y la
continuada
empresa de
Portugal,
la figura
de
Cristóbal
Colón y
Vasco de
Gama, la
impresión
de
escritos
en China y
Japón, así
como la
nueva
imagen del
universo
con el
impulso de
los
humanistas
y los
caminos
del Nuevo
Mundo, las
navegaciones
y los
corsarios.
También se
estudia su
naturaleza,
la flora
indígena,
aquellas
plantas
que
chocaron a
los
españoles,
la
población
del Nuevo
Mundo y
sus
características
y los
difíciles
problemas
que surgen
en el
orden
social
frente a
la nueva
civilización.
Y para
terminar,
doce
siglos
ampliando
horizontes.
No es de
extrañar,
por tanto,
que este
libro
editado de
una manera
exquisita
sea el
regalo
institucional
elegido
por Aznar
para
obsequiar
a sus
múltiples
amistades
en estas
fiestas
navideñas.
De igual
modo los
que
también
deseen
quedar, no
sólo como
presidentes
sino como
auténticos
príncipes,
pueden
adquirirlo
al precio
de 80
euros.
Rodeados
de cuadros
de Goya,
los
académicos
se reunían
regularmente
en esta
misma sala
donde
tiene
lugar la
presentación
y en la
que no
falta la
cálida
sombra de
Julio Caro
Baroja,
íntimo
amigo del
autor del
libro. Ya
era
habitual
verles
salir
juntos y
recorrer
después la
calle
Huertas
sorteando
luces y
sombras,
mientras
hablaban
animadamente
de
asombrosos
misterios
sembrados
en la
historia.
Los
profundos
conocimientos
de Gonzalo
Menéndez-Pidal
abarcan
distintas
ramas del
saber,
desde la
paleografía
hasta la
física.
«Puede
entender y
explicar
el
funcionamiento
de las
máquinas y
aparatos
más
complicados
y
diversos,
apunta
Gonzalo
Anes. Es
capaz de
dibujarlos
-y de
fotografiarlos-
de la
manera más
adecuada y
competente.
A lo largo
de toda su
vida, ha
ejercitado
sus
diferentes
vocaciones
e
intereses
-motivados
por el
afán de
saber- con
un trabajo
continuado,
eficaz,
silencioso
y
complaciente.
El fruto
de ello es
que ha
alcanzado
un saber
portentoso,
vivificado
por una
vigilante
y activa
imaginación».