Una
nueva
edición
de
este
trabajo,
publicado
ya en
1981,
se
presenta
con
ligeros
añadidos
y
retoques
en
relación
con la
edición
anterior.
El
tema
es la
campaña
de
Augusto
contra
los
cántabros,
llevada
a cabo
entre
los
años
27-19
a.C.
La
campaña
pretendió
y
logró
ser el
aplastamiento
de un
pequeño
núcleo
de
guerreros
cántabros
y
astures
que
llevaban
tiempo
incordiando
a las
posesiones
romanas.
Augusto
en
persona
estaba
interesado
en
esta
campaña,
pues
era el
último
eslabón
para
lograr
la paz
romana
y
cerrar
definitivamente
el
templo
de
Jano
bajo
su
principado,
era
una
cuestión
de
principio,
y
empeñó
muchas
fuerzas
-hasta
cuatro
columnas
de
ejército
con
casi
ochenta
mil
hombres-
para
aniquilar
la
resistencia
de
unos
pobladores
que,
pese a
ser
pocos,
daban
mucha
guerra
y
tenían
cierto
nombre
en
Roma.
Tal
vez
fue
ese
mismo
nombre
de
invencibles
lo que
supuso
su
aniquilamiento.
Diversas
teorías
El
autor
pasa
revista
a las
diversas
teorías
sobre
la
guerra
de
Roma
contra
los
cántabros
y,
basándose
en las
pocas
líneas
y
datos
que
dejaron
dos
historiadores
-Floro
un
siglo
después
de
acabada
la
guerra,
y
Orosio
trescientos
años
más
tarde-,
Eutimio
Martino
busca
dilucidar
la
forma
y
lugares
en que
se
llevó
a cabo
la
desigual
y
cansada
(para
los
romanos
sobre
todo)
contienda.
Basándose
sobre
todo
en la
topografía
y en
lo que
de
ella
queda
de
prerromano,
va
planteando
los
lugares
por
donde
discurrieran
el
grueso
de las
fuerza
romana
y los
indómitos
cántabros
hasta
los
momentos
finales.
El
estudio
tiene
interés
por lo
delicado
del
tema
de la
toponimia,
siempre
una
ciencia
entre
apasionante
y
especulativa,
más
que
por lo
que
pudieran
tener
de
precedentes
de la
Cantabria
actual
aquellos
aguerridos
hombres,
pues
si
fueron
aniquilados,
no
pueden
ser
los
predecesores
de los
actuales
cántabros
por
mucho
que
estrujemos
la
historia.
En
fin,
que es
una
obra
de
estudio
más
que de
reivindicaciones
epopéyicas,
y su
más
notable
valor
precisamente
ese
laborioso
trabajo
sobre
la
topografía
a
partir
de
unas
fuentes
sumarias.