José
Antonio
Cagigas
Rodríguez Ex
Consejero
de
Cultura,
Turismo
y
Deporte.
Diputado
del
grupo
parlamentario
popular.
La loma
de
Retornillo,
al sur
de Reinosa,
alberga
el que
pasa por
ser el
mejor
conjunto
patrimonial
de época
romana
de
nuestra
Comunidad
Autónoma.
Los
vestigios
allí
localizados
han sido
adscritos
tradicionalmente
a la
ciudad
de
Iuliobriga,
citada
en la
fuentes
antiguas.
Muchos
cántabros
hemos
encontrado
en aquel
paraje
la
evocación
de una
parte
muy
significativa
de
nuestra
historia.
Dentro
de ese
conjunto,
se alza
uno de
los
centros
de
interpretación
más
singulares
de
nuestra
región,
la
conocida
con el
nombre
de "Domus
de
Iuliobriga",
recreación
de una
casa
romana
que fue
inaugurada
durante
la
anterior
legislatura.
Recientemente
han
aparecido
diversas
consideraciones
respecto
a la
idoneidad
del
concepto
y la
ejecución
de la
obra, no
obstante,
para
conocer
en
sentido
estricto
las
circunstancias
del
proyecto
resulta
necesario
realizar
una
breve
revisión
de la
pequeña
historia
de este
proyecto
cultural.
La Domus
de
Iuliobriga
nació
del
interés
y la
visión
de D.
Manuel
Carrión,
aparejador
de la
Diputación
Regional,
en los
años
finales
de la
década
de los
ochenta.
Las
primeras
fases
constructivas
se
vieron
paralizadas
durante
la
década
de los
noventa
sin que
por
parte de
los
sucesivos
equipos
de la
Consejería
de
Cultura
se
tuviese
interés
alguno
en la
consecución
y
finalización
de las
obras.
De tal
modo que
la
edificación,
a medio
terminar,
se
elevaba
en mitad
del
yacimiento
arqueológico
como
testigo
mudo del
desamparo
y la
falta de
sensibilidad
con el
Patrimonio.
Por
nuestra
parte,
nada más
tomar
posesión
en 1999
solicitamos
la
colaboración
de uno
de los
impulsores
del
yacimiento
arqueológico
de
Iuliobriga
y
principal
valedor
del
proyecto
museográfico,
el
profesor
de la
Universidad
de
Cantabria
D. José
Manuel
Iglesias.
Con él y
sus
colaboradores
se
establecieron
las
bases
para
solventar
una
situación
que
resultaba
insostenible,
tanto
para la
percepción
del
yacimiento
arqueológico
como
para la
propia
construcción.
Curiosamente,
del
proyecto
inicial
apenas
se
conocían
sus
parámetros
principales
por lo
que hobo
de
partir
de cero
a la
hora de
abordar
la
finalización
del
mismo.
En este
orden se
encargó
tanto el
diseño
arquitectónico
como la
museografía
a una de
las
principales
y
contrastadas
empresas
nacionales
del
sector
que
asumió
un reto
ya por
si
difícil
por
cuanto
lo
preexistente
resultaba
más un
inconveniente
que una
ventaja.
Quiero
decir
con esto
que la
ejecución
de la
Domus
Iuliobriga
partió
con un
referente
negativo,
producto
tanto de
la
insensibilidad
de los
anteriores
gestores
como de
la
chapucera
actuación
de
quienes,
probablemente
guiados
de buena
voluntad,
actuaron
sobre el
edificio.
Fruto
del
esfuerzo
realizado
desde la
Consejería
se pudo
reconducir
y
aprovechar
la
construcción
preexistente,
realizando
modificaciones
estructurales
y
diseñando
un
discurso
expositivo
que
diera
contenido
a la
casa. En
los
planteamientos
museográficos,
que
pueden
calificarse
de
austeros
pero
nunca de
incorrectos,
desempeñaron
un papel
primordial
los
especialistas
de la
Universidad
de
Cantabria,
a
quienes
desde
aquí
agradezco
su
trabajo.
Se
establecieron
dos
niveles
de
lectura,
uno más
"espectacular"
fundamentalmente
para el
visitante
que se
acerca
por vez
primera
a un
centro
de estas
características;
y, otro,
más
técnico,
para los
ya
iniciados
en el
conocimiento
histórico
y la
metodología
arqueológica,
con la
exhibición
de los
materiales,
originales
y
reproducciones,
propios
del
yacimiento.
Dos
planteamientos
distintos
pero
complementarios.
Sólo la
mala fe,
el
interés
particular
o la
ignorancia
pueden
guiar a
aquellos
que
deseen
comparar
ambos
discursos
expositivos.
Cualquier
exposición
es
susceptible
de
mejora,
sin
embargo
se ha de
tener en
cuenta
que han
sido
profesionales
de valía
contrastada
los que
han
confeccionado
el
proyecto
y
deberán
ser
profesionales
los que
decidan
si llega
el caso
la
variación
de los
contenidos,
bien
porque
la
profundización
en el
conocimiento
histórico
obligue
a ello,
bien
porque
se
considere
que la
aportación
de
tecnología
pueda
mejorar
el
objetivo
primordial
que guió
esta
actuación.
La
transmisión
de la
importancia
del
patrimonio
histórico
de
Cantabria
y su
repercusión
como
impulso
en el
desarrollo
socioeconómico
de la
comarca
campurriana
se
encuentran
por
encima
de
visiones
y
comentarios
interesados.
El
desarrollo
de
proyectos
relacionados
con el
Patrimonio
Histórico
fue uno
de los
objetivos
fundamentales
en la
acción
de
Gobierno
durante
la
anterior
legislatura.
De
manera
muy
especial
la
comarca
de
Campoo-Los
Valles
fue
objeto
de una
esfuerzo
intenso.
Durante
ese
periodo
hemos
transformado
dos
paradigmas
de la
insensibilidad
patrimonial
en dos
referentes
del buen
actuar
sobre
yacimientos
arqueológicos.
La Domus
de
Iuliobriga
y el
Centro
de
Interpretación
de la
villa
termal
de
Camesa-Rebolledo
son el
mejor
ejemplo,
reconocido
y
valorado
muy
positivamente
por
expertos
y
turistas,
"más
allá de
que
tengan
cafetería
o no".
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