El
hallazgo
acelera
el
proceso
para el
Plan
Especial
de
Protección
de todo
este
territorio.Los
restos
de
cerámicas
y
estructuras
dan
indicios
de la
importancia
del
poblado
El
hallazgo
de
nuevos
restos
de
cerámica
en la
superficie
así como
de
estructuras
repartidas
por una
extensa
área
confirman
la
importancia
y
amplían
la zona
arqueológica
de
Medina
Elvira,
en la
localidad
de
Atarfe.
Los
nuevos
descubrimientos
son
fruto de
las
prospecciones
arqueológicas
ordenadas
por la
Delegación
en
Granada
de la
Consejería
de
Cultura
de la
Junta,
para
recabar
una
mayor
información
sobre la
riqueza
arqueológica
de la
zona,
sobre la
que
tiene
intención
de
incoar
expediente
de Bien
de
Interés
Cultural
y de
solicitar
un Plan
Especial
de
Protección
de todo
este
territorio.
La
delegación
andaluza
de
Cultura
también
pretende
obtener
datos
para la
puesta
en valor
de estos
yacimientos,
a través
de un
proyecto
de
protección
y
recuperación
del
patrimonio
arqueológico,
tanto
para
futuras
investigaciones
como
para el
público
en
general.
Los
trabajos
de
prospección
están
siendo
realizados
por un
equipo
de la
Universidad
de
Granada
bajo la
dirección
del
catedrático
de
Historia
Medieval
Antonio
Malpica.
Las
primeras
investigaciones
también
arrojan
como
novedad
la
aparición
de unos
sistemas
de
fortificación
que
hasta el
momento
se
desconocían.
Para
Malpica,
«lo
importante
de estos
trabajos
y de
esta
zona
arqueológica
es que
permite
estudiar
cómo era
la
ciudad
del
mundo
antiguo
y la
primera
época
medieval».
Otro de
los
atractivos
de esta
zona
arqueológica
es que
ofrece
la
oportunidad
de
conocer
«la
relación
de los
primeros
asentamientos
árabes
en la
Península
con los
ya
existentes
del
periodo
tardorromano».
A través
de los
yacimientos
de
Medina
Elvira,
según el
director
de los
trabajos
de
prospección,
«se
puede
mostrar
cómo se
hace el
asentamiento
en época
árabe,
en pleno
siglo
VIII, y
cómo
evoluciona
en el
siglo
IX, y la
relación
que
mantiene
con la
parte
tardorromana».
Es el
caso de
los
restos
de
cerámica
encontrados
en la
superficie
de estos
terrenos
arqueológicos,
que se
corresponden
con los
siglos
IV y V,
y con el
periodo
del
siglo
VIII al
IX.
A tenor
de estas
primeras
prospecciones
arqueológicas,
Malpica
advierte
la
división
de todo
este
territorio
en dos
áreas.
«Hay una
presencia
tardorromana
muy
importante,
y mucho
más
extensa
que el
asentamiento
árabe,
que se
encontraría
en una
zona más
llana».
Sin
enemigos
Una de
las
rarezas
de
Medina
Elvira,
según
Malpica,
es que
«en
principio
no era
una
ciudad
fortificada,
seguramente
porque
no había
motivos
de
inseguridad
para
ello, de
ahí que
se
deduzca
que los
primeros
árabes
no
tuvieron
problemas
con el
resto de
los
habitantes
de la
zona,
que no
eran
amenazados».
Las
fortificaciones
aparecidas
en los
últimos
trabajos
se
«corresponderían
con un
periodo
en el
que el
asentamiento
tuvo
algún
problema».
Según
Malpica,
en
Medina
Elvira
se dan
las dos
características
principales
de este
tipo de
ciudades,
donde se
observa
un
asentamiento
tardorromano
y de los
inicios
de los
árabes.
«Suelen
existir
dos
barrios
o
espacios
urbanos
bien
diferenciados,
y en el
caso de
Medina
Elvira
aparecen,
según
confirman
los
estudios
que
hemos
realizado
del
sistema
hidráulico
empleado,
ya que
nos
hemos
encontrado
con
varios
de
ellos»,
confiesa
el
catedrático
de
Historia
Medieval.
Además,
también
queda
reflejada
la
característica
constante
en los
estados
o
asentamientos
islámicos,
«donde
el
Estado o
el poder
tiene un
espacio
propio e
independiente
del
resto de
la
ciudad,
y ahí se
encuentran
los
restos
de la
Alcazaba
del
siglo IX
en el
Cerro
del
Sombrerete».
«Entre
ambas
zonas,
el
barrio y
la
Alcazaba,
-prosigue
Malpica-
se
encuentra
la
mezquita».
El
director
de estos
trabajos
arqueológicos
destacó
la
importancia
de las
prospecciones
que en
la
actualidad
se están
llevando
a cabo,
«porque
todo lo
que se
conoce
en la
actualidad
de
Medina
Elvira
se debe
a las
investigaciones
que
realizara
Gómez-Moreno
en el
siglo
XIX, y
desde
entonces
no se
habían
hecho
estudios
sobre
esta
zona».
En estas
prospecciones
no sólo
se están
haciendo
trabajos
de campo
sino que
se están
empleando
técnicas
de
fotointerpretación
gracias
a la
colaboración
de la
Universidad
de
Siena.
En
cuanto a
la
investigación
arqueológica
sobre el
terreno,
se está
usando
el
programa
Arqueos
de la
Junta,
que
cataloga
cada uno
de los
restos
hallados. |