Egipto
ha
iniciado
una
campaña
para el
retorno
de las
grandes
obras de
la
antigüedad
que le
fueron
robadas.
El
objetivo
es
montar
una gran
exposición
de cara
a 2004,
cuando
se
cumple
el
centenario
de la
creación
del
Museo de
Egipto,
en El
Cairo.
En la
lista
elaborada
por el
gobierno
egipcio
figura
como
máxima
prioridad
el
préstamo
de la
célebre
piedra
de
Rosetta,
uno de
los
hallazgos
más
trascendentales
de la
arqueología,
depositada
en el
Museo
Británico.
También
reclaman
a
Alemania
el busto
de
Nefertiti.
De
momento,
el Museo
Británico
ha
respondido
con un
no. Un
portavoz
de la
centenaria
institución
ha dicho
que la
dirección
no
consiente
el
préstamo
de los
objetos
que
tienen
una
dimensión
de
iconos
para el
museo.
«El
préstamo
de una
obra así
sería
desilusionante
para los
cinco
millones
que
acuden
cada año
a
nuestras
salas»,
añadió.
Zahi
Hawass,
secretario
general
del
Consejo
de
Antigüedades
de
Egipto,
dijo la
pasada
semana
que su
gobierno
está
dispuesto
a
prestar
al Museo
Británico
las
reliquias
de
Tutankamon
para una
exposición
en el
futuro.
La
piedra
de
Rosetta,
de 2.200
años de
antigüedad,
fue
descubierta
en 1799
en la
boca del
Nilo y
tiene
tres
escrituras:
la
griega,
la
jeroglífica
y la
demótica
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