ROMA. Un
equipo
internacional
de
arqueólogos
cree haber
encontrado
en el Foro
romano los
restos de
la
grandiosa
residencia
del
emperador
Calígula,
un
descubrimiento
que arroja
luz sobre
un
personaje
histórico
famoso por
su
megalomanía
y
crueldad.
Las
excavaciones
han
permitido
localizar
un
complejo
de
edificios
que, según
expertos
de las
Universidades
de Oxford
y
Stanford,
fue
levantado
por el
emperador,
que reinó
entre el
37 y el 41
d.C., como
una
ampliación
de la
demora
imperial
ya
existente
en la
contigua
colina del
Palatino.
Esta
ampliación
del
palacio
había
englobado
una
construcción
más
antigua:
el templo
de Cástor
y Pólux,
dos de las
divinidades
más
veneradas
en la
antigua
Roma y que
contaban
con uno de
los
santuarios
más
importantes
del Foro,
según
explicó el
responsable
del equipo
de
arqueólogos,
Andrew
Wilson,
informa
Efe.
El
hallazgo
corrobora
el relato
del
historiador
clásico
Suetonio,
que
explica
cómo se
cumplió
así un
deseo del
propio
emperador,
que se
consideraba
un dios y
en su
delirio de
grandeza
no dudó en
«incluir»
en su
vivienda
el citado
templo,
que quedó
convertido
en uno de
los
accesos.
Una vida
plagada de
excentricidades
La figura
del
sanguinario
Cayo Julio
César
Germánico,
tercer
emperador
romano y
más
conocido
como
Calígula
(por las
«caligae»,
calzado de
tipo
militar
que
gustaba
utilizar),
nacido el
año 12
d.C., ha
ejercido
siempre
gran
fascinación
por sus
excesos y
excentricidades,
muy
exagerados
por los
historiadores
de la
época. Su
absolutismo
y
desprecio
por el
Senado le
llevó a
nombrar
senador a
su propio
caballo,
aunque
también es
conocido
por su
disoluta
vida
privada y
sus
fallidas
campañas
militares.
Tras
cuatro
años de
gobierno
despótico
y habiendo
perdido el
favor
popular y
de la
nobleza,
Calígula
acabó
siendo
asesinado
por el
jefe de su
guardia
pretoriana.
La leyenda
y la
visión
deformada
sobre su
figura
pueden
ahora
despejarse
en parte
gracias a
los
recientes
hallazgos
arqueológicos.
El equipo
anglo-estadounidense,
compuesto
por 35
personas,
ha
trabajado
durante
cinco
semanas en
las
inmediaciones
de la
iglesia de
Santa
María
Antigua en
el foro,
en la
confluencia
de lo que
fueron las
zonas
comercial
y
religiosa.
Entre los
restos que
han
encontrado
figuran
además
parte de
la red de
alcantarillado
del siglo
I d.C.
El
responsable
de la
Superintendencia
para los
Bienes
Culturales
de Roma,
Adriano La
Regina,
admitió
que el
hallazgo
de la
«casa de
Calígula»
contiene
elementos
de cierta
importancia,
aunque se
mostró más
cauto y
moderó el
optimismo
de los
arqueólogos.
En este
sentido,
aseguró
que será
necesario
esperar a
la próxima
campaña de
excavaciones
para
hallar
nuevos
datos que
permitan
confirmar
el
descubrimiento
de lo que
«muy
probablemente»
fue la
residencia
del
emperador.
La Regina
explicó
que
Calígula
continuó
habitando
en el
palacio
levantado
por su
antecesor,
Tiberio,
pero su
megalomanía
le llevó a
ampliarlo
en cuanto
ocupó el
poder. «El
emperador
-dijo-
buscaba
impresionar
al
visitante,
que
accedía al
palacio a
través del
templo de
Cástor y
Pólux. Así
daba un
aspecto de
mayor
majestuosidad
a su
residencia».
El
encargado
de la
tutela de
los bienes
arqueológicos
en la
capital
italiana
valoró la
nueva
aportación
«al
conocimiento
de la
estratigrafía
y la
historia
del Foro
romano» y
agradeció
los
resultados
obtenidos
por el
Instituto
Americano
para la
Cultura
Romana,
una
institución
de EE.UU.
con sede
en la
Ciudad
Eterna.
Tras el
éxito
obtenido
en esta
campaña,
el equipo
ha visto
ampliada
su
concesión
para
excavar
durante
los
veranos de
los
próximos
cinco
años.
Pruebas de
que «se
pasó del
límite»
«Todo el
mundo sabe
que
Calígula
estaba un
poco loco.
Pero ahora
tenemos
pruebas de
que se
pasó del
límite,
que
pensaba
que era
uno de los
dioses
-manifestó
ayer
Darius
Arya, uno
de los
directores
de la
excavación-.
Es como si
alguien
convirtiera
San Pedro
en el
vestíbulo
de su
casa».
Arya,
director
del
Instituto
Americano
para la
Cultura
Romana,
trabajó
con un
grupo de
35 jóvenes
arqueólogos
en una
excavaci¢n
inicial de
cinco
semanas.
Aunque los
restos del
palacio de
Calígula
fueron
excavados
por
primera
vez por
los
arqueólogos
hace casi
un siglo
en los
bordes del
Foro, los
nuevos
trabajos
han
hallado
cimientos
y un
sistema de
cloacas
que
demostraron
que el
palacio
era mucho
más grande
de lo que
se creía.
Las ruinas
muestran
que el
palacio
incorporó
e integró
el templo
de Cástor
y Pólux.