Matías López López | Lleida www.lamanyana.es 26/03/2007

Como latinista desde luego, pero como observador ante todo de los abundantes ejemplos de paradoja que nos brinda el Estado y la Cultura de Masas, no puedo por menos de maravillarme por lo de moda que parecen estar –y están– los fetiches de consumo relativos a la Roma antigua.

Matías López López | Lleida www.lamanyana.es 26/03/2007

Como latinista desde luego, pero como observador ante todo de los abundantes ejemplos de paradoja que nos brinda el Estado y la Cultura de Masas, no puedo por menos de maravillarme por lo de moda que parecen estar –y están– los fetiches de consumo relativos a la Roma antigua.

Tanto es así, que series de televisión como la titulada precisamente Roma (emitida por Cuatro a finales de 2005), varias páginas web a través de las cuales es posible adquirir indumentarias de romano [o romana] de todo género –de pies a cabeza o por partes–, y tantos reclamos publicitarios en los que se brinda el acceso a lo romano por una vía cómoda que casi roza lo kitsch, me han hecho –cómo no– reflexionar y, más aún, deplorar las ‘facilidades’ con que la gente se va engañando y enfermando.

No hace muchos días aún, Lleida, en el marco de un amplio programa de actos folclórico-festivos previstos para ese asunto de la ‘capitalidad’ de la cultura catalana (que se celebra a lo largo de 2007), llenó sus calles de “armats” de toda casa y condición, y de tambores y cornetas, y de colorido legionario (decurias, manípulos, cohortes, centurias), por no hablar de réplicas de los atributos del ejército romano y hasta de expresiones latinas tomadas por aproximación o por asalto (que viene a ser lo mismo).

Y me preguntaba yo –y me pregunto–, viendo a los políticos tratar de sus cosas aparte mientras daban a la población el pasto de la fiesta que la adocena y la convierte en masa votante, si no cabrá alguna vez el remedio de no comenzar la casa por el tejado. Y me decía yo -y me digo-, y me iba indignando yo -y me indigno-, mientras me pregunto si el estallido de la fiesta es algo más que traca y artificio cuando no lo alimenta la cultura de base.

Así que reclamo yo: menos ‘moda romana’ y más latín en la escuela. Y no lo desarrollo, pues por su peso cae.

(*) Matías López López es Profesor Titular de Filología Latina de la Universitat de Lleida (www.udl.es)