Enrique G. Souto | Lugo www.lavozdegalicia.es 22/11/2007
Podría formar parte de la estancia que parece que constituyó el cuerpo de guardia a la altura de Porta Miñá.
Las excavaciones realizadas en uno de los cubos de Porta Miñá han deparado hallazgos que permiten complementar la interpretación de los efectuados durante las investigaciones efectuadas en el otro cubo de la citada puerta. Los arqueólogos trabajan en el análisis de los vestigios, entre los que destaca lo que, a falta de posteriores comprobaciones, parece una letrina cuyo desagüe podría conectar con la cloaca que discurría por este zona. El delegado de Cultura, Xoán Xosé Molina, apuntó ayer algunos de los resultados de los indicados trabajos, si bien aclaró que el informe definitivo aún no ha sido elaborado.
En el primer cubo de Porta Miñá que se excavó se localizaron, entre otros, restos de una estancia, que se podría corresponder con el cuerpo de guardia que se supone formó parte del complejo defensivo en esta parte de la Muralla. Los arqueólogos encontraron evidencias de que allí se cocinó e incluso fue hallado algún hueso de animal, concretamente de un cráneo de un cabrito o similar. En el cubo en el que se trabaja en la actualidad, se hallaron también lo que parecen vestigios de la estancia antes indicada. Según señaló someramente el delegado de Cultura, los arqueólogos creen que han localizado restos de una letrina, con un desagüe que probablemente enlazaba con la cloaca localizada en esta misma zona.
Molina, que remitió a lo que en su día recoja el informe definitivo, sí apuntó, en respuesta a preguntas del periodista, que ayer se trabajaba minuciosamente en la limpieza de lo que parece que podría ser el desagüe de la letrina. Otras fuentes puntualizaron que tiene unas dimensiones aproximadas de 15 x 30 centímetros. Los hallazgos tienden a confirmar la teoría de que la estancia fue un cuerpo de guardia.
Para facilitar los trabajos de topógrafos y arqueólogos, que proceden a documentar los vestigios hallados, se dejaron en suspenso por unas horas las obras en el cubo. Las excavaciones han dejado al descubierto también en este cubo restos de un escalera que debían conducir a un nivel superior, lo que parece confirmar que hubo una torre en esta zona que formó parte del complejo defensivo que es la Muralla.
Por su parte, la junta local de gobierno concedió ayer la licencia para las obras de rehabilitación del citado cubo de la Muralla, que es el número 22. La restauración de éste y la del número 21 deparan datos que pueden ser de gran trascendencia para la interpretación del monumento. Hay que recordar que al pie de cada uno de los citados cubos hay vestigios de sendas garitas, que en el caso del 22 se conservan en muy buen estado.