Jacinto Antón | Roses (Gerona) www.elpais.com 09/01/2009
Entra en vigor la convención de la Unesco para proteger el legado subacuático.
En un ambiente polar más propio del Fram, el barco del explorador Nansen, que del Thetis, el navío del Centro de Arqueología Subacuática junto al que se desarrollaba el acto, se presentó ayer en el muelle del puerto deportivo de Roses la traducción catalana de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la Unesco, que acaba de entrar en vigor. La nueva normativa es vista con enorme esperanza en Cataluña, cuyo patrimonio submarino ha sido masacrado durante décadas, hasta el punto de que el 80% de él ha sido víctima de expolio, según cuantificó ayer Xavier Nieto, director del Centro de Arqueología Subacuática, una de las sedes del Museo de Arqueología de Cataluña (MAC). En las décadas de 1960 y 1970 el expolio, afirmó, fue «brutal». Los submarinistas europeos «venían a pagarse las vacaciones con las ánforas que sacaban».
Nieto advirtió de que el patrimonio que ha permanecido hasta ahora a salvo por estar en puntos desconocidos o inaccesibles para los expoliadores -bajo el lecho de sedimentos, por ejemplo- se encuentra ya amenazado a causa de la facilidad con que los ladrones,consiguen sofisticado material tecnológico. «Hoy tenemos un reto: lo que se destruyó se destruyó, pero no hemos de perder la nueva batalla de salvar lo que queda. Los medios electrónicos de detección han bajado mucho de precio y ya están a disposición de todo el mundo, debemos avanzarnos antes de que lleguen, con ellos, los piratas submarinos». Mientras el congelado auditorio congregado en el muelle masticaba estas ominosas palabras, un negro cormorán se zambulló como un presagio en las aguas de la bahía. Una joven reportera tembló, y eso que ella llevaba guantes y podía escribir sin que se le congelaran los dedos. Nieto dijo que hay catalogados en Cataluña 806 yacimientos sumergidos, lo que incluye barcos (sobre todo romanos), puertos y aviones. Entre el 85% y el 90% de ese patrimonio está en la Costa Brava, como apuntó la alcaldesa de Roses, Magda Casamitjana, lo que es lógico si se tiene en cuenta la traicionera topografía de la zona y la tramontana.
Nieto destacó que la nueva convención, que se ha tardo ocho años en consensuar, acaba con «un mundo de impunidad» que le ha costado a un país como Turquía perder el 96% de su legado subacuático. El eje, dijo, «es que nada puede ser extraído con otra finalidad que no sea transmitir el conocimiento». La convención recalca que hay que dejar el patrimonio bajo el agua si no se puede garantizar ese objetivo. También establece un código deontológico sobre cómo deben ser las actuaciones arqueológicas.
En su última campaña, de mayo a noviembre, la tripulación del Thetis ha estudiado tres pecios romanos del siglo I y hecho la planimetría del Triunfante, un navío de 64 cañones del XIX.