Diego Díaz | Gijón www.lne.es 09/01/2009

Crónica de los ensayos del grupo asturiano «Factoría Norte», que estrena hoy en el teatro Jovellanos su visión de la tragedia de Eurípides.

Al llegar al local donde «Factoría Norte» última los ensayos de «Electra», Paula Alonso, ya caracterizada como Clitemnestra, me advierte: «Hay mal rollo». La viuda de Agamenón no se refiere al ambiente en la compañía, sino al texto de esta tragedia, un auténtico «culebrón a la griega» donde la venganza se erige como protagonista por excelencia de la función. Aunque Ana Morán, Electra, quite hierro al asunto -«tampoco se aleja tanto de las tragedias de la vida normal»-, Juan Blanco, o mejor dicho, su hermano Orestes, matiza que «son pasiones humanas, pero muy estilizadas».

Comienza el ensayo, Electra y Orestes tienden una emboscada a su madre, Clitemnestra, con el objetivo de asesinarla. Cuando la están atando Orestes frena, no está satisfecho con uno de sus movimientos. «¿No me ha quedado un poco curcio?», pregunta. Borja Roces, director de la obra, y los demás actores, como corifeos, se lanzan a dar su opinión. Borja me explica luego que la elaboración de esta «Electra» ha tenido un carácter muy colectivo, «aunque yo actúe como la locomotora, todo el mundo ha dado su opinión y ha aportado ideas. Ha sido un proceso muy intenso y muy divertido». Los ensayos, diarios, comenzaron en octubre y ahora están llegando a su fin.

En la parte de atrás del local, la empresa Bandua Concept termina el vestuario de las bufonas, el malévolo coro al que dan vida unas perversísimas Sonia Vázquez, Cristina Puertas y Sheila Montes. «No es una propuesta realista, en esto nos parecemos a los griegos. Yo tenía unas ideas muy básicas en mente sobre la escenografía y el vestuario: el vallado destartalado de un huerto como escenario, los protagonistas llenos de heridas y vendas, unas bufonas muy decadentes, muy sucias? Cristina Lopera y Lorena Clarós, de Bandua Concept, se han encargado de desarrollarlas y ejecutar estas ideas, y la verdad ha sido un auténtico hallazgo dar con ellas».

La «Electra» que se estrenará hoy en el teatro Jovellanos no es en absoluto una versión escrupulosamente fiel del texto de Eurípides, la versión del mito griego que más peso tiene en este montaje. Incluso el título de la obra se ha cambiado ligeramente: «Almaelectra». Roces explica, no obstante, que aunque se hayan añadido nuevos diálogos o desaparezcan personajes, «lo importante es ser fiel en el espíritu más que en las palabras exactas». La idea de montar «Electra» surgió tras la estancia de Roces en París en la escuela del prestigioso Philippe Galier, donde acudió becado por Cajastur. Junto a él están acompañándole en esta aventura, además de los actores, la productora Carmen Gallo, que se asoma ahora por el local, y el coreógrafo Manuel Badás, que se encarga de dotar de movimiento al texto y aportar al montaje el lenguaje de la danza contemporánea.

Tras el descanso y los cigarrillos de rigor se reanuda el ensayo. En escena entra en un espléndido Pepe Mieres interpretando al labrador, el confidente de Electra. La verdad, no deja de ser emocionante ver a estos entusiastas devolviendo a la vida en un bajo del barrio gijonés de El Llano a unos personajes escritos hace más de 2.500 años en un lugar y un mundo tan lejanos y tan distintos. Quizá sea ésta una señal de inmortalidad.

La obra nace como «un reto en tiempos de crisis», explica Carmen Gallo

«Los hijos heredan de sus padres bienes, abundantes o limitados, pero también perciben en el reparto otra herencia más difícil de cuantificar. Electra y Orestes heredan una sangre enferma, propensa a pudrirse, infectada mucho antes de que ellos nacieran». Ésta es la historia de Electra, una mujer de la literatura clásica griega, que la «Factoría Fondo Norte» lleva a escena hoy a las 20.30 horas en el teatro Jovellanos. Una obra que surge como «un gran reto en tiempos de crisis», explica el alma de la compañía teatral, Carmen Gallo. «Almaelectra» -que parte de la tragedia griega pero que tiene «tintes vanguardistas»- es un drama «contado por un bufón» y en el que se interpreta un personaje femenino «tan complejo» como es el de Electra.

La idea surgió cuando su director, Borja Roces, estudió la tragedia griega de Electra, una heroína clásica que «sabe desde el principio hasta el final lo que quiere hacer: vengarse de su madre», dice.