Sevilla | EUROPA PRESS 09/02/2008
El equipo de arqueólogos contratado por el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) para profundizar en las excavaciones que desenterraron los vestigios de la población romana de ‘Osset Iulia Constantia’ y restos del legado andalusí, en el cerro del Monumento a los Sagrados Corazones, espera rescatar las ruinas de lo que en el siglo XIII constituyó la puerta principal de la fortaleza almohade de ‘Hisn Al Faray’, de cuyos aledaños ya se han extraído siete cadáveres.
Sevilla | EUROPA PRESS 09/02/2008
El equipo de arqueólogos contratado por el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) para profundizar en las excavaciones que desenterraron los vestigios de la población romana de ‘Osset Iulia Constantia’ y restos del legado andalusí, en el cerro del Monumento a los Sagrados Corazones, espera rescatar las ruinas de lo que en el siglo XIII constituyó la puerta principal de la fortaleza almohade de ‘Hisn Al Faray’, de cuyos aledaños ya se han extraído siete cadáveres.
La arqueóloga que dirige estas excavaciones, Laura Mercado, explicó a Europa Press que su equipo ya ha extraído los huesos descubiertos en cada una de las siete inhumaciones halladas en la plaza del Doctor Muñoz Cariñanos, donde las excavaciones comenzaron hace ya tres años dentro de las cautelas arqueológicas incluidas en el proyecto de la primera línea del metro de Sevilla.
Después de que años atrás los arqueólogos descubrieran restos de murallas romanas correspondientes a la antigua ciudad de ‘Osset Iulia Constantia’ y lienzos de la antigua fortificación almohade, en esta nueva intervención impulsada por el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache se ha rescatado un espacio que podría corresponder a una zona ‘comercial o de almacenaje’ de la antigua población romana, un nuevo fragmento de la muralla medieval y una necrópolis formada, de momento, por siete inhumaciones cuyos restos ‘ya han sido extraídos’ y entregados a un antropólogo físico de cara a su estudio.
Dada la ubicación de esta necrópolis, y partiendo de la costumbre musulmana de habilitar cementerios a las puertas de las fortificaciones, Laura Mercado señaló que su esperanza es localizar los vestigios de una ‘puerta monumental’ que hubiera constituido el acceso principal al alcázar de ‘Hisn Al Faray’ desde la antigua Isbiliya.
En ese sentido, la arqueólogo que dirige estas excavaciones consideró que existen pruebas para pensar que el recinto amurallado romano y el alcázar almohade convivieron hasta la ocupación cristiana poco antes de 1.248 y que dicha ‘puerta monumental’ habría funcionado como nexo entre ambos complejos protegiendo una ‘vaguada’ que habría separado dos sectores del actual cerro, donde la construcción del barrio de la Virgen de Loreto en 1.948 supuso la destrucción de buena parte de estas murallas parcialmente enterradas desde el siglo XV.
‘Es una hipótesis’, aclaró la arqueóloga recordando que hasta el momento, todas las excavaciones se han localizado en una zona ‘extramuros’ de la antigua fortificación almohade, cuyo rescate persiguen los arqueólogos para conocer el pasado que encierran las antiguas y ruinosas murallas de Isn Al Faray.