Irene Gómez | Molacillos (Zamora) www.laopiniondezamora.es 02/10/2008
La Junta consolidará dos grandes aljibes hallados en el Teso de la Mora, singulares y excepcionales en la Península, que podrían estar relacionados con un asentamiento militar.
Las cisternas romanas de Molacillos estarán por fin a la vista de las personas interesadas en visitar unos restos arqueológicos de importante valor histórico. Una vez concluidos los trabajos de excavación, la Junta de Castilla y León procederá a consolidar los dos aljibes de la época romana situados en el Teso de la Mora. Para ello se ejecutará una inversión de 300.000 euros, destinados al cerramiento de la zona mediante una valla transparente, además de la construcción de una cubierta e instalación de paneles informativos que permitan interpretar unos yacimientos de especial importancia, pues sólo se conocen otros dos con cierto paralelismo, uno en la ciudad romana de Uxama, en Soria, y otro en Andalucía.
A estas singularidades estructurales del edificio se suma la originalidad en torno al espacio. Las cisternas romanas se encuentran en el Teso de la Mora, una elevación natural que domina un amplio espacio sobre el valle del Valderaduey. En la parte central, el Teso cobija dos aljibes de la época romana con una capacidad de 400.000 metros cúbicos, de planta rectangular y coronadas por una bóveda de cañón. De la construcción se ha conservado todo menos las cubiertas.
Sobre la existencia de esta construcción hay referencias científicas desde la década de los años 70, a través del profesor Virgilio Sevillano. Años más tarde, Ricardo Martín Valls y Germán Delibes, en una pequeña recopilación de los yacimientos arqueológicos de la provincia, hablaban de la relación de las cisternas de Molacillos con un posible asentamiento militar, que además estaría en relación con el trazado de una vía romana en la zona. «Ahora estamos en el momento de hacer esa investigación y ver si es posible confirmar esa hipótesis de trabajo, que es de principios de los años 70», apunta la arqueóloga territorial, Hortensia Larrén. «Lo que sí es cierto es que en el valle tenemos varios yacimientos de época romana que indicarían la relación habitacional entre la parte alta del teso y la parte baja del valle, donde normalmente se sitúan las villas», explica Larrén.
Las excavaciones arqueológicas y los hallazgos asociados a ellas pueden confirmar que el nivel de ocupación más antiguo que tiene el Teso de la Mora se remonta a la primera Edad de Hierro, es decir, existe un poblado previo a la construcción de los aljibes, que se correspondería con el final de las Guerras Cántabras. Y este espacio habría pasado a no tener ningún tipo de ocupación a partir del siglo I después de Cristo; «es decir, estaríamos hablando de unos 170 años de ocupación», puntualiza la arqueóloga territorial.
La excepcionalidad de este yacimiento romano se confirma en la medida que desde su descubrimiento ha sido un referente en todas las publicaciones y estudios relacionados con la hidráulica en la época romana. El delegado de la Junta, Alberto Castro, visitó ayer las cisternas junto al alcalde de Molacillos, Daniel Mateos; la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Elvira Fernández, y la arqueóloga territorial, Hortensia Larrén. Esta última explicó la relevancia de un yacimiento y el proyecto para su puesta en valor.
Las actuaciones de restauración consistirán en la limpieza de suciedad generalizada con medios no agresivos; eliminación de algas o líquenes y el posterior tratamiento biocida; picado de zonas susceptibles de desprendimiento; y consolidación y sellado de grietas. El edificio se protegerá con una valla transparente que permita verlo desde fuera y una estructura metálica con perfil en doble vertiente que evoca la tradición romana. Además se construirá una escalera para poder bajar a las cisternas.
El delegado territorial destacó la colaboración con el Ayuntamiento de Molacillos para poner en valor un yacimiento singular, que se integraría dentro de una ruta por los lugares más singulares del municipio, entre ellos, la Iglesia, declarada Monumento Nacional. Daniel Mateos, alcalde de Molacillos, aconsejó «prudencia» a los potenciales visitantes de las cisternas romanas y les instó a que «respeten el vallado», aunque «lo mejor sería que vinieran cuando estén terminadas las obras de acondicionamiento de la zona».