Rosa Castro | Zaragoza www.aragoninvestiga.com 11/10/2007
Sólo se conocía su nombre y su emplazamiento, gracias a un documento hallado en el siglo XVI. Pero desde 1991 ha dado lugar a actuaciones arqueológicas. Se trata de Labitolosa, una de las ciudades romanas del sur del Pirineo, enclavada en La Puebla de Castro, en la vertiente meridional del Pirineo.
María Ángeles Magallón es desde hace 17 años la investigadora responsable de esta campaña, ejecutada por el área de Arqueología del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Centro Ausonius de Burdeos, con la financiación del gobierno aragonés y el de Aquitania. Todo empezó cuando se realizaron las primeras excavaciones en el supuesto emplazamiento en 1991. ‘Decidimos iniciar los trabajos de campo, queríamos conocer el poblamiento en el Pirineo, ver la romanización pirenaica. Nos sorprendimos, porque no esperábamos que los restos estuvieran tan bien conservados’, explica Magallón, investigadora perteneciente al Grupo de investigación URBS, reconocido con la categoría de consolidado por el Gobierno de Aragón y dirigido por Manuel Martín Bueno.
Un hallazgo arqueológico importante
Todos estos años han originado hallazgos de monumentos públicos relevantes: el descubrimiento de una parte del foro, la curia, dos termas romanas y una fortaleza musulmana. Estos descubrimientos ayudan a conocer cómo era la vida de esa época. En el foro se encontraba la curia, en la gran plaza pública. En ella se reunía el ordo de los decuriones, que era el grupo de personas influyentes en la política de la ciudad. ‘Se conserva en mal estado, pero hemos encontrado 11 inscripciones, que contienen el nombre de los decuriones, de las personas pertenecientes a ese municipio. Gracias a estas inscripciones podemos saber quién era el alcalde, quién eran los esclavos, las esposas, etc., porque esas inscripciones son dedicatorias de una persona a otra’, detalla Magallón, que adelanta que ‘tenemos uno de los yacimientos mejor conservados de Aragón, se están cubriendo ahora monumentos, con la idea de que se expongan al público’, una vez arreglada la accesibilidad en los caminos.
Por otra parte, el descubrimiento de una fortaleza musulmana permite saber, según esta investigadora, que hubo una ciudad romana y cuando se abandonó, se enclavó esta fortaleza del siglo IX al XII.
En definitiva, estas actuaciones científicas en Labitolosa han dado lugar en estos cerca de 20 años a más de 30 artículos publicados, a la participación de más de 400 alumnos estudiantes españoles y franceses y a la preparación de un gran libro recopilatorio. Todo ello ha sido fruto de la conjunción de dos programas. el español, denominando ‘Estudio de Labitolosa: una ciudad romana en el prepirineo oscense’ y el francés, ‘Investigaciones sobre la ciudad antigua de Labitolosa’. El objetivo final es estudiar esta localidad hispano-romana en la cadena pirenaica en su conjunto, no sólo la propia ciudad, sino todo el terreno en el que ejercía influencia y extraía los recursos.