Mercè Pérez Pons | Barcelona www.elpais.com 13/07/2012

La Administración catalana invertirá 225.000 euros en el monumento.

El Departamento de Cultura de la Generalitat reabrirá la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona en enero del 2013, tras 20 años clausurada al público. El monumento está considerado el área funeraria tardoromana a cielo abierto más importante de lo que fue el Occidente del Imperio. El consejero de Cultura del Ejecutivo catalán, Ferran Mascarell, anunció ayer que destinarán una partida de 225.000 euros para rehabilitarlo. “La importancia del patrimonio es vital desde el punto de vista cultural, identitario, pero también turístico y cultural”, expuso Mascarell en las mismas intalaciones del recinto.

Entre las actuaciones que se contempla está la de mejorar la conservación de los restos arqueológicos y hacerlos comprensibles a los visitantes, además de la instalación de una área especifica para escolares.

El yacimiento, una de las grandes reivindicaciones culturales de la ciudad, está ubicado en lo que un día fueron los suburbios de la antigua Tarraco, a orillas del río Francolí, bordeando los terrenos de la antigua fábrica de la Tabacalera. La necrópolis abarca restos romanos de un periodo muy extenso de tiempo, desde el siglo I aC hasta el siglo VII dC. En el área del cementerio descansan unas 2.051 tumbas que abrazan desde el siglo III dC hasta el periodo visigodo, por lo que todo el conjunto es considerado capital para estudiar el proceso de cristianización de la urbe romana.

Las inhumaciones son de características diversas, como lo fueron las clases sociales de la población que la construyó. Así, el terreno fue un hervidero de fallecidos a los que sus familiares despidieron en ánforas, ataúdes de leña recubiertos de losas, sarcófagos de plomo, piedra o mármol. Incluso hay constancia de entierros colectivos. Los restos se encontraban colocados tanto alrededor como dentro de una basílica donde se ha querido identificar una tumba con inscripciones alusivas a tres mártires de la ciudad, quemados vivos en la arena del Anfiteatro. Por ello, los investigadores creen que el conjunto funerario se acabó desarrollando a los pies de una tumba santa.

La Necrópolis fue descubierta en 1923 cuando se buscaban terrenos para la Compañía de Tabacos. Durante una década, Joan Serra i Vilaró comandó las intervenciones arqueológicas. De hecho, el que fue canónigo de la catedral de Tarragona ordenó ser enterrado en la misma Necrópolis, con hormigón.

En paralelo a la rehabilitación de este complejo, la Generalitat también destinará 58.992 euros a mejorar la conservación de la Torre de los Escipiones, y otros 29.862 al Teatro Romano. Sin embargo, Mascarell admitió ayer que no hay fecha para la reapertura de este último complejo. Tampoco hay calendario ni novedades en relación a la Tabacalera, que debería convertirse en la sede del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT). La Generalitat desea convertir ese centro en el epicentro de la arqueología catalana. El MNAT es de titularidad del Estado y su traspaso a la Generalitat sigue encallado. “El pacto tiene que darse entre tres administraciones”, concluyó Mascarell.

FUENTE: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/07/13/catalunya/1342134531_946435.html