C. J. Vinagre | Mérida www.hoy.es 25/05/2006
Hasta el 27 de junio, en una carpa situada en la Plaza de España, se puede conocer la vida cotidiana de una civilización culta y guerrera
Fueron los dueños de la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos y dejaron una impronta muy destacada, sobre todo, en la zona mediterránea.
Hoy, veinticinco siglos después, los íberos están de nuevo vigentes. La Plaza de España acogerá hasta el 27 de junio la exposición ‘Íberos: príncipes, guerreros y artesanos’, que repasa, a través de seis ámbitos, la vida cotidiana de un poblado de «una cultura de la que nos sentimos muy cercanos pero que no es suficientemente conocida», según Luis Reverter, secretario general de la Fundación La Caixa, la entidad que apadrina la exposición.
Con una iluminación tenue y con gran material informativo, la entrada a la exposición enseña la vista de dos grandes torres que reproducen la muralla íbera de Castellet de Banyoles en la antigua Tivissa o Tarragona, que simulan la entrada a un antiguo pueblo íbero y que darán paso a una serie de reproducciones, muchas a tamaño real, de elementos de la vida cotidiana de esta cultura que desapareció en el siglo I a. C.
Uno de los aspectos visibles de la muestra tiene que ver con la organización militar y las formas de gobierno de los íberos. La sociedad íbera estaba fuertemente jerarquizada, según indicó Luis Batista, comisario de la exposición, quien añadió que para asentar y legitimar su poder crearon el mito heroico del guerrero a caballo o enfrentado a enemigos humanos o animales fabulosos. En este sentido, la exposición presenta la escultura hallada a mediados de los años 60 en el Cerrillo Blanco de Porcuna (Jaén).
La muestra desarrolla también la vida cotidiana de los íberos y los utensilios que se utilizaban en las labores agrícolas, ganaderas y textiles.
Esta actividad complementa el programa desarrollado por la Fundación La Caixa en la capital autonómica. En el año 2005, más de 100.000 visitantes estuvieron en sus exposiciones.
Una lengua por entender
La muestra sobre los íberos se detiene especialmente en un aspecto que ofrece cierta desazón a los estudiosos de esta cultura: la lengua. Se conocen algunas palabras, pero, en realidad, no se ha podido traducirla de forma íntegra. «Paradójicamente, conocemos el sonido de la grafía ibérica, pero no su sentido», comenta en ese sentido Reverter.
El responsable de La Fundación La Caixa concreta que los íberos tenían «un alto nivel cultural», aunque, en el sentido político, carecieron de la visión de Estado «que Roma sí tuvo y supo implantar siglos más tarde».
En cuanto a su ordenación urbanística, la muestra recoge las maquetas de los poblados de Puente Tablas (Jaén), Tejada Vieja (Huelva) y Puig Castelar (Barcelona). Son tres ejemplos para explicar la disposición de sus asentamientos.