J.V. Muñoz | Colpisa | Toledo 18/02/2008

Excavar unos pocos metros en el casco histórico de Toledo suele poner al descubierto algún elemento oculto y hasta entonces desconocido de la historia de esta ciudad milenaria. Es lo que ha ocurrido en el transcurso de unas obras que están realizándose en un edificio de la calle de La Plata, en el corazón del casco histórico. La prospección arqueológica obligatoria en este tipo de intervenciones ha sacado a la luz una escultura de mármol que representa a un emperador romano como ‘Pontifex Maximus’, seguramente Octavio Augusto.

J.V. Muñoz | Colpisa | Toledo 18/02/2008

Excavar unos pocos metros en el casco histórico de Toledo suele poner al descubierto algún elemento oculto y hasta entonces desconocido de la historia de esta ciudad milenaria. Es lo que ha ocurrido en el transcurso de unas obras que están realizándose en un edificio de la calle de La Plata, en el corazón del casco histórico. La prospección arqueológica obligatoria en este tipo de intervenciones ha sacado a la luz una escultura de mármol que representa a un emperador romano como ‘Pontifex Maximus’, seguramente Octavio Augusto.

Los técnicos de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha serán los encargados ahora de examinarla, datarla y restaurarla. Su hallazgo ha coincidido en el tiempo con el descubrimiento de la que fue la principal entrada a Toledo en la época romana durante las excavaciones arqueológicas que están acometiéndose en el entorno de la Mezquita del Cristo de la Luz. Esta vía de acceso estaría conectada con el entorno de las míticas Cuevas de Hércules situadas a varios cientos de metros en el callejón de San Ginés y que constituían un enorme depósito de agua con el que se abastecían los habitantes de la Toledo romana del siglo I después de Cristo.