Plano de la torre romana de BadalonaBadalona / Europa Press 18/11/2005

Las excavaciones arqueológicas que se están realizando ante el edificio de nuevas oficinas municipales de Badalona (Barcelona), en construcción en la Vía Augusta de la ciudad, ha permitido hallar la torre de defensa de la muralla de la ciudad romana de Baetulo, así como otros restos constructivos que, según el Museo Municipal, han aparecido "en un estado de conservación inmejorable".

Los responsables del Museo mostraron hoy los restos localizados, que hoy mismo iban a ser tapados para protegerlos, y destacaron la importancia de que la ciudad cuente con una muralla de la época romana, un resto "de tipo muy singular" y que sólo se encuentra en una media docena de localidades catalanas.

La zona en la que se ha localizado la torre de defensa, que data del siglo I d.C, tiene en el subsuelo "importantísimos restos romanos pertenecientes a la ciudad de Baetulo". Bajo la actual Vía Augusta y el espacio que se está excavando "se sitúan los espectaculares hallazgos que se realizaron en los años 30, cuando se descubrió la puerta de entrada a la ciudad, con un tramo de muralla y la torre cuadrada de defensa, parte de la Vía Augusta con sus pavimentos originales, y gran cantidades de restos constructivos, muros, pavimentos y alcantarillas".

La existencia de la torre era conocida, pero no se sabía con exactitud donde se ubicaba. En esta zona también se hallaron las piezas más representativas de la Badalona romana: la Venus, la Tabula Hospitalis, el oscillum y los quicios de las puertas.

Las excavaciones que se están realizando tienen como finalidad el afloramiento y la musealización de esta "importantísima parte del patrimonio romano, concretamente la torre de defensa de la muralla y la puerta de entrada a la ciudad romana de Baetulo".

La primera fase de los trabajos ha consistido en la reubicación topográfica de estos elementos, trabajos que han comportado importantes movimientos de tierras. La proximidad a la Vía Augusta ha obligado a volver a tapar de inmediato los restos una vez han sido topografiados.

La segunda fase consistirá en la elaboración y ejecución de un proyecto para que los trabajos de afloramiento de los restos romanos sean compatibles con la circulación por la Vía Augusta. Una vez garantizada la seguridad y la posibilidad de rebajar la zona se realizará la intervención arqueológica que ha de permitir que los restos romanos documentados en los años 30 sean musealizados para ser visitables.