Belén Molleda | León | EFE 22/05/2010

Una investigación arqueológica en una de las ciudades romanas más importantes del Noroeste Peninsular, Asturica Augusta (Astorga), ha sacado a la luz los restos de más de un millar de ostras, lo que pone en evidencia que en esta ciudad eran grandes consumidores de este tipo de marisco.

Tras los análisis realizados se ha descubierto la importancia que tenían los moluscos en los hábitos alimenticios de los romanos de este lugar, la mayoría de origen marino, según ha explicado hoy el profesor de Prehistoria de la Universidad de León, Carlos Fernández Rodríguez.

Se han encontrado, entre otros moluscos, más de un millar de ostras, probablemente de entre los siglos I y V, lo que evidencia que esta población consumía este tipo de marisco y mucho, así como el nivel adquisitivo de sus moradores, según el investigador.

Asturica Augusta estaba integrada en una red comercial que la unía con la costa, por lo que los habitantes de esta ciudad podían cumplir sus demandas en lo que a gustos se refiere y más si pertenecían a clases más pudientes.

Según el investigador, este marisco hallado provenía seguramente sobre todo de Galicia, del Océano Atlántico. Además de ostras también han aparecido restos de berberechos y almejas y moluscos fluviales aunque éstos en menos cantidades.

Los hallazgos arqueológicos en este yacimiento se extrajeron durante las excavaciones que se realizaron en el siglo XX y hasta los años noventa, pero en lo que concierne a los vestigios de la fauna marina no se habían estudiado hasta la actualidad.

El resultado de este análisis ha sido presentado por primera vez por Fernández Rodríguez durante la I Reunión Científica de Arqueomalacología de la Península Ibérica, que comenzó el jueves y concluyó ayer por la tarde en León.

En esta investigación, también se ha llegado a la conclusión de que los romanos de este lugar usaban las conchas también como adornos, ya que incluso han aparecido vieiras perforadas, iguales a las que usan los peregrinos en la actualidad.

En este encuentro, donde han participado investigadores de España y Portugal, se ha acordado establecer un grupo de trabajo sobre arqueomalacofauna y continuar organizando reuniones de este tipo para intercambiar información.

En una de las ponencias del jueves, se anunció también que habían sido halladas en la cueva de Benzú, en Ceuta, los restos arqueológicos de una serie de lapas que se calcula que tendrán entre 280.000 y 300.000 años.

Esto supone una evidencia de que los del Paleolítico Medio ya comían mariscos, todo un hallazgo si se tiene en cuenta de que, hasta esta excavación, se creía que los primeros consumidores de marisco vivieron en la zona del Cantábrico, hace 40.000 años, según expuso el jueves Jesús Cantillo, uno de los investigadores de la Universidad de Cádiz, que participó en este encuentro.