I. Álvarez | Logroño www.larioja.com 16/03/2008
Multitud de calagurritanos se acercaron a Mercaforum, que volvió a sorprender
Por mandato del procurador Poncio Pilatos, ‘Calagurris’ goza de nuevo de los encantos de Mercaforum. En la cuna del orador Quintiliano se celebra un gran mercado. Se ha dado licencia a la venta de mercancías y a los placeres terrenales. El fin de semana debe rebosar de fiesta. Estas son las órdenes del César que ha declarado libre el pillaje y la mendicidad.
El grupo Paso Viviente trasmitía ayer a los calagurritanos el mensaje de la máxima autoridad del Imperio, antes de dar por inaugurado Mercaforum. Con un gran desfile de soldados romanos, en el que hubo hasta camellos y gladiadores de Hungría y Herramélluri, se abrían las puertas del acontecimiento junto al gran arco del triunfo que introduce a la ciudad en su pasado más glorioso.
Músicos, malabaristas, magos, saltimbanquis, ganaderos, artesanos de la plata y oro, bailarinas, gentes de toda raza y condición acudieron masivamente a la cita, que, incluso, contó con la presencia de autoridades de una época más avanzada. Entre ellos, el presidente de las tierras riojanas, Pedro Sanz y otros dirigentes del territorio como Emilio del Río, Áránzazu Vallejo y Mónica Figuerola. Senadores tampoco faltaron. Javier Pagola y su equipo de Gobierno se unieron también a la comitiva, escoltada en todo mo-mento por legionarios de la legión VI Victrix.
Con los favores del Dios Mercurio se dio paso al pregón de la XIII edición del afamado mercado. Tras su lectura, gentío y tropas se acercaron hasta el circo romano para presenciar los juegos de los gladiadores. Una veintena de luchadores húngaros del Collegium Gladiatorum lo dieron todo por salir triunfantes de la arena. No todos lo consiguieron. Los perdedores sufrieron la muerte. Así lo pidió el público con sus pulgares hacia abajo. Los vencedores se marcharon laureados. Sin dudar, el realismo y la fuerza del espectáculo consiguió maravillar a todos los allí presentes.
Y es que, en la grandeza de Mercaforum tiene mucho que ver la autenticidad tanto de personajes como del decorado. Columnas, el ararium, estatuas, mosaicos… reproducen fielmente la arquitectura de los romanos. Además, esta vez se cuenta como novedad con un campamento en donde se muestra la vida cotidiana del legionario.