Guillermo Herrero | Segovia www.eladelantado.com 16/01/2009
El Museo de Segovia lanza una nueva iniciativa consistente en ofrecer la posibilidad de seguir durante cuatro meses el proceso de restauración de una pintura mural de época romana.
Los museos, en general, son lugares que tienen fama de silenciosos, inmóviles, donde adormecidos celadores vigilan, con cierta desgana, largas colecciones de objetos, allí depositadas desde el año de la polca, que logran atraer, de vez en cuando, a algún erudito interesado en el arte.
Aunque romper ese estereotipo no es una tarea nada fácil, el director del Museo de Segovia, Alonso Zamora Canellada, está empeñado en lograrlo, y a no mucho tardar. «Es necesario que la gente sepa lo que hacemos aquí, y el mejor sistema es invitando a venir a verlo», defendía ayer, antes de explicar la idea que va a llevar a la práctica la institución que dirige, consistente en algo tan sencillo como «trabajar, lo mismo que hacemos todos los días, pero a la vista del público».
Ahora, las piezas que tenía más a mano el Museo de Segovia eran fragmentos de pintura romana. No es extraño que en las remociones de los suelos del casco amurallado de Segovia aparezcan restos de pintura de esa época. Son fragmentos pequeños, cuyo deterioro debe ser frenado detenida y minuciosamente. Para ello, han de ser aplicados algunos tratamientos específicos, tanto de limpieza como de consolidación o de disposición sobre nuevos soportes que faciliten la posterior tarea musealizadora.
Aprovechando esa disponibilidad de piezas, el Museo de Segovia ofrece, en la campaña publicitaria que se dispone a lanzar en los próximos días, «la posibilidad de conocer el proceso de restauración de una pintura mural de época romana», hallada en la ciudad de Segovia (calle Judería Vieja, 19) y trasladada posteriormente a sus instalaciones.
La experiencia —ya desarrollada de forma pionera en El Espinar hace años con motivo de los actos conmemorativos de la Carta Puebla—, ha dado comienzo este mes de enero y se prolongará hasta abril, en dos fases.
En la primera de ellas (enero y febrero), la responsable del Departamento de Educación y Acción Cultural del Museo de Segovia, Reyes Casado, dará una explicación inicial a los visitantes sobre la historia de Segovia en época romana y las circunstancias del hallazgo. A continuación, la restauradora Cristina López se encargará de detallar el proceso a seguir por las piezas (limpieza de los reversos —donde se aprecia el sistema de anclaje que tenían a los muros—, tratamiento de la decoración de los anversos, consolidación…)
En la segunda fase (marzo y abril), y a medida que vaya avanzado la restauración de las pinturas romanas, Casado y López irán cambiando sus discursos, centrándose cada vez más en aspectos museográficos de estas piezas, datadas entres los siglos II y IV después de Jesucristo.
«(La iniciativa) se nos antoja un buen sistema para que los visitantes repitan, de modo que se pueda seguir el avance de los distintos tratamientos, al tiempo que se favorece la costumbre de acudir periódicamente las exposiciones. Confiamos en que serán actuaciones útiles y fructíferas», indica la propaganda divulgada por el Museo de Segovia sobre la actividad, que concluye con un animante «sean todos bienvenidos».