Tarragona | EUROPA PRESS 21/09/2006

El Museo Nacional de Arqueología de Tarragona acoge entre los días 22 de septiembre y 4 de febrero la muestra «Reflejos de Apolo», organizada por el Ministerio de Cultura con el patrocinio de la Caja de Ahorros del Mediterráneo.
La exposición consta de 120 piezas de los fondos del Museo Arqueológico Nacional y trata sobre arqueología y deporte en el Mediterráneo antiguo. Muestra la génesis y la práctica del deporte que se realizaba en el Mediterráneo antiguo en homenaje a Apolo, dios atleta y patrono de los juegos deportivos que se celebraban en su honor en el santuario de Delfos. Se hace tanto en su vertiente práctica como mostrando el espíritu deportivo de aquellas culturas en las que nació.
La exposición se organiza en cinco apartados. Se inicia con un espacio dedicado al espíritu competitivo, ya que se entendía como el motor social y político de las sociedades mediterráneas. Las competiciones celebradas en honor a un dios eran un acontecimiento religioso de gran magnitud y marcaban el calendario. Continúa con el mundo del gimnasio y de la palestra; las grandes competiciones y certámenes en Iberia, y los juegos de circo romanos.
Destacan entre las piezas una escultura de Apolo procedente del Museo Arqueológico Nacional, y otra de Heracles, fundador de los Juegos Olímpicos. También los vasos griegos que contienen imágenes de las disciplinas deportivas y de la práctica atlética, así como las ánforas entregadas como premios. Los mosaicos romanos y aurigas victoriosos son de gran relevancia por su calidad y como documentos de una de las principales actividades deportivas en el mundo romano.
Las principales disciplinas deportivas de la época se enmarcaban en dos grandes grupos: el «gymnikos agon», que reunía todas las pruebas celebradas en el estadio-carrera: a pie, con o sin armas, lanzamiento de disco y de jabalina, saltos, lucha y boxeo; y el hípicos agon celebradas en el hipódromo. Las pruebas ecuestres eran muy espectaculares y prestigiosas: carreras de caballos, de carros, de mulas y potros. Los vencedores recibían además de la corona vegetal o el ánfora de aceite, la gloria pública que se extendía a su familia y ciudad.
«Reflejos de Apolo» fue presentada el año pasado en el Museo de Almería con motivo de la celebración en la capital andaluza de los XV Juegos del Mediterráneo y ha sido vista este verano en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Tras su estancia en Tarragona viajará a Barcelona, al Museo de Arqueología de Catalunya.