LA AVENTURA DE LA HISTORIA www.elmundo.es 05/12/2014

Es la primera vez que el museo londinense cede una de sus piezas de la Acrópolis. El gobierno heleno sigue reclamando la devolución de las piezas en Londres.

Los frisos y mármoles que reclama el gobierno heleno fueron adquiridos por el embjadaor británicoThomas Elgin entre 1801 y 1805 cuando Atenas era parte del Imperio Otomano.

La escultura viajará al Museo del Hermitage, en San Petersburgo, con motivo del 250 aniversario de la institución.

El Museo Británico ha prestado por primera vez una de las esculturas del conjunto conocido como los Mármoles de Elgin, objetos arqueológicos del Partenón cuya devolución reclama Grecia. El beneficiado será el Museo Hermitage en San Petersburgo, para celebrar su 250 aniversario. En concreto luna escultura escultura sin cabeza del dios fluvial Ilissos, encontrada hace 2.500 años en el Partenón de la Acrópolis de Atenas.

Los frisos y otras esculturas fueron adquiridos por el embajador británico en el Imperio Otomano Lord Elgin entre 1801 y 1805 tras llegar a un acuerdo con las autoridades otomanas que controlaban la ciudad de Atenas desde hacía 350 años. Elgin, apasionado por la cultura clásica, trasladó las esculturas a Inglaterra que acabó vendiendo al Museo Británico en 1816, donde siguen expuestas desde entonces.

Es la primera vez que sale del Reino Unido una de las piezas de los Mármoles de Elgin, que incluyen esculturas, inscripciones y elementos arquitectónicos de los frisos y otros lugares del Partenón. Grecia sigue cuestionando la compra de la colección de Elgin, y pide la devolución de su patrimonio histórico. En total, el museo londinense conserva más de un tercio del friso del Partenón griego, mientras que en torno a un 48 % se halla en el Museo de la Acrópolis de Atenas y el último 14 % se reparte entre otros museos.

Los destrozos del templo se produjeron más que por el paso del siglos por los desastres de la guerra. A mediados del siglo XV los turcos tomaron Atenas y convirtieron el Partenón en mezquita. Dos siglos más tarde, en el transcurso de la Guerra de la Liga Santa -que enfrentaba al Imperio Otomano contra la alianza del Sacro Imperio Romano Germánico, la República de las Dos Naciones y la República de Venecia- las tropas otomanas se atrincheraron en la Acrópolis y utilizaron el templo como almacén de pólvora.

El 26 de septiembre de 1687 el sueco Koenigsmark, al mando del ejército veneciano, ordenó el bombardeo del Partenón, a sabiendas del uso que le estaban dando los turcos, provocando una gran explosión que partió el edificio por la mitad. Fue la agresión más grave que había sufrido el templo desde su construcción.

Sin embargo, los infortunios del monumento no acabaron aquí; otros sucesos minaron su integridad, como la revolución griega contra los turcos en 1827

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