Obras de la línea 1 del metro de SevillaAmparo Baca Páez / Sevilla www.abc.es 01/12/2005

Todavía no ha pasado ni una semana desde que se presentaron en el Ayuntamiento las cuatro ánforas romanas del s. II restauradas que se encontraron en 2002 en las obras de la Plaza de la Mujer Trabajadora y las excavaciones de la Línea 1 del Metro han dejado a la luz nuevos restos arqueológicos.

La abundante información histórica que aportan los restos obtenidos en la Plaza del Doctor Cariñanos y el parque de la Tierra Amarilla corroboran, como defendían muchos especialistas desde Rodrigo Caro en el s. XVIII, que la villa romana de Osset Iulia Constantia estaba ubicada en San Juan de Aznalfarache. Así, se ha demostrado que en el s. III a.C. los turdetanos mantenían una población en el Cerro de Chaboya y que además, se trataba de un enclave comercial y productor de vino.

Entre los descubrimientos se encuentran los vestigios de un antiguo lagar turdetano, que dejan muestra de la importancia del vino en la zona, como también corroboran las monedas existentes de la época, en cuyo anverso se puede ver a un hombre cogiendo un racimo de uvas.

Entre los hallazgos se observa una escalera que posiblemente permitía el acceso a la bodega de almacenamiento de vino del lagar, así como una canaleta a través de la que se realizaría el trasvase del vino.

También se han encontrado restos de la muralla romana que protegía a la población de la localidad, pudiéndose observar los restos de su base, de unos cinco metros cuadrados cada una.

Asimismo, se ha descubierto la importancia de Osset en la comunicación con la antigua Isbiliya, puesto que se ha encontrado la que podría ser una de las puertas de entrada y salida desde el Aljarafe hasta la capital, a través de la fortaleza amurallada almohade Hisn-Al Faray (que significa Castillo del Miradero).

Según indican los arqueólogos que trabajan en la zona, podría tratarse de una especie de aduana que permitía el paso de productos agrícolas en dirección al camino que unía San Juan con la zona de Triana, donde se encontraba el castillo de San Jorge. Estas dos fortalezas se convirtieron en la «llave de todo el Aljarafe», según los históricos, por su estratégica situación frente a Sevilla y al Guadalquivir.

Y cercanos a esta puerta, en la necrópolis del s. XVII, se han encontrado 13 cadáveres que, según los estudios realizados y teniendo en cuenta las costumbres de la época, todos podrían pertenecer a una misma familia.

Estos hallazgos se han recuperado sin necesidad de profundizar demasiado en la zona y ofrecen pistas de que en el suelo sobre el que está asentado San Juan de Aznalfarache hay más vestigios que pueden ofrecer información sobre el pasado de este municipio. Por ello, el Ayuntamiento ha solicitado presupuesto al grupo de arqueólogos que han realizado las primeras excavaciones para que se continúe investigando por el Parque de la Tierra Amarilla, ante la posibilidad de que aparezca algún indicio que remonte la historia de San Juan incluso antes del s. III a. C., fecha en la que hasta ahora se ha señalado su origen.

Una vez analizados todos los restos de la plaza del doctor Cariñanos y del parque, podrán ser visitados por los ciudadanos que lo deseen y que estén interesados en acercarse a la historia.