Virginia León | Cádiz www.diariodecadiz.es 17/04/2011
El equipo de arqueólogos del yacimiento del Cómico realiza junto a la empresa Gesdata/Babblá la reconstrucción pormenorizada de las ocho viviendas halladas en el solar y de muchos detalles de su vida cotidiana.
Los fenicios, esos antepasados tan cercanos y conocidos en la tradición popular de la ciudad, esos a los que responsabilizamos de la fundación de Cádiz casi 3000 años atrás, no solo se convirtieron en los primeros pobladores de Gadir, sino que atesoraban una vida muy azarosa sobre estas tierras. Desempeñaban sus tareas en el propio seno de la vivienda familiar y tenían costumbres que todavía hoy nos pueden parecer muy familiares. Otras, no tanto.
Muchos de los detalles de su vida cotidiana son sacados paulatinamente a la luz gracias a la explotación y posterior estudio de ese magnífico solar de 500 metros cuadrados de la calle San Miguel, sobre el que un buen día se decidió excavar en profundidad y que todavía hoy sigue dando frutos. El solar del Cómico. Un terreno sobre el que hoy se levanta el imponente Teatro de Títeres de la Tía Norica -a la espera de su inauguración para el Doce- y del que el equipo de arqueólogos liderado por José María Gener Basallote, Juan Miguel Pajuelo Sáez y María de los Ángeles Navarro están sacando el máximo jugo de cara a su futura puesta en valor, de la mano del Ayuntamiento de Cádiz, que afortunadamente sigue apostando por este yacimiento.
El último avance que se ha producido en la investigación es la reconstrucción en 3D de las ocho viviendas encontradas en este área, en un trabajo que se ha puesto en marcha junto con la empresa Gesdata/Babblá S.L.
Según apunta el arqueólogo municipal José María Gener, se trata de una «minuciosa labor» con la que se consigue una «explicación única de nuestro pasado de fuerte contenido pedagógico para el público no experto», asevera. Este novedoso estudio no responde asimismo a un acto «de imaginación, sino a un elaborado proceso de reconstrucción en el que se relacionan numerosos elementos hasta obtener una visión lo más aproximada posible de cómo eran estas viviendas originariamente».
De la lectura de las imágenes en 3D se deduce que las ocho casas se levantan sobre dos terrazas que siguen el trazado de las dos calles pavimentadas halladas. La distribución de estas viviendas -que responden a la arquitectura fenicia doméstica propia del Mediterráneo- se realiza en torno a una estancia principal rectangular de mayor dimensión y normalmente en mayor altura que el resto «para favorecer la entrada de luz natural» y que se comunicaba con el resto de las dependencias. Cada una de estas habitaciones solía tener un uso específico, destinada una de ellas a la cocina, que a su vez se componía de un horno de pan ácimo (sin levadura) y un hogar para cocinar. En una de las casas localizadas figura una especie de mueble de arcilla con pequeños espacios para almacenar los útiles y las viandas propias de la cocina.
Los suelos de las casas se realizaban con una capa de arcilla apisonada sobre una cama aislante de cantos rodados. A modo de curiosidad, encima del suelo se colocaban grandes esteras sobre los que depositaban arena de manera que cuando estaba sucia la cambiaban. «Es un sistema que les permitía mayor comodidad y limpieza», puntualiza Gener.
En cuanto a la pavimentación de las calles se realizaba con una capa de arcilla de gran grosor y al no existir, lógicamente, sistema de recogida de residuos, casi toda la basura se vertía a la calle de forma que cuando era imposible el tránsito volvían a pavimentar. Por este motivo la calle está a un nivel más alto de las viviendas, lo que provocaba pequeños arreglos en las casas como es la colocación de escalones para salvar la altura. En uno de estos arreglos figuran las pisadas de varios bóvidos que dejaron sus huellas.
Otra de las conclusiones que se deriva de este estudio es el sistema de construcción que utilizaban, conocido como arquitectura de tierra, «ya que los muros se levantan con arcilla sobre un cimiento hecho con ripios de piedra ostionera». Asimismo, los tejados eran planos o con una inclinación apenas perceptible para la evacuación del agua de la lluvia. Para su elaboración usaban vigas cuadrangulares, «ya que en el edificio de la Casa del Obispo del siglo VIII a. C. se localizaron restos de vigas trabajadas carbonizadas, lo que demuestra el empleo de esta carpintería en las viviendas fenicias de Gadir», señala Gener.
El arqueólogo comenta asimismo que para la puesta en marcha de este trabajo se han atendido a varias cuestiones. Así, aparte de la excavación, se ha realizado la búsqueda de paralelos arquitectónicos en otros yacimientos, «como el realizado por los arqueólogos Dirce Marzoli y Félix Arnold en varias excavaciones en Málaga». También se han encontrado modelos de arcilla en dichos yacimientos.
Un pormenorizado estudio al que paulatinamente se irán adhiriendo los resultados de otras investigaciones vinculadas al yacimiento que, en la actualidad, están en manos de diversos departamentos de varias universidades de la geografía española. Entre éstos figuran el de carbono 14, «que será muy interesante de cara a corroborar las cronologías», así como el de ADN de los cadáveres hallados, entre otros muchos. Un complejo estudio que merece ser mostrado al gaditano y visitante en la necesaria puesta en valor de estos restos. Los vestigios del que fuera el hogar de ocho familias de nuestros antepasados los fenicios.